La ciencia explica por qué las aves no se electrocutan en los cables de alta tensión

¿Por qué las aves no se electrocutan en cables de alta tensión? La ciencia detrás de este enigma
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La electricidad es una fuerza invisible que nos permite disfrutar de la luz, la tecnología y el progreso. Pero, ¿alguna vez te has planteado cómo es posible que las aves se posen tranquilamente en cables de alta tensión sin recibir una descarga mortal?

La electricidad se parece a un río de electrones, partículas diminutas que llevan carga eléctrica y que se mueven de un lugar a otro. Cuando hay una gran diferencia de energía eléctrica entre dos puntos, se crea lo que llamamos “alta tensión”.

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El enigma de las aves y los cables de alta tensión

Los cables de alta tensión son como autopistas para la electricidad. Están hechos para transportar grandes cantidades de energía a largas distancias en muy poco tiempo y pueden tener voltajes que van desde 120,000 hasta 380,000 voltios. Para que te hagas una idea, un enchufe normal de tu casa suele tener unos 120 voltios. Así que los cables de alta tensión llevan una cantidad impresionante de electricidad.

Entonces, ¿por qué las aves pueden estar en estos cables sin sufrir una descarga eléctrica devastadora? La respuesta es más simple de lo que crees. Las aves no son buenos conductores de electricidad.

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El truco está en el aislamiento

Cuando un ave se posa en un cable de alta tensión, su cuerpo no ofrece un camino fácil para que la electricidad fluya. ¿Por qué? Pues porque las patas de las aves actúan como aislantes naturales. No son tan buenos conductores de electricidad como el metal, así que la electricidad no tiene un camino claro para pasar por sus cuerpos.

El secreto de la distancia

Además, la electricidad tiende a seguir el camino de menor resistencia. En un cable de alta tensión, la electricidad fluye por el interior del cable, donde la resistencia es menor. Esto significa que las aves, que se posan en la parte exterior del cable, quedan fuera del camino de la electricidad, tal y como publica el portal 'Enséñame de ciencia'

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Así que, la próxima vez que veas a un ave relajándose en un cable de alta tensión, ya sabrás que su pequeño cuerpo plumoso es como un pasajero seguro en un viaje eléctrico sin peligros.