Lo que no hemos visto ni sentido del viaje de Jesús Calleja al espacio: "Nos ha dado mucho susto"

Tras una vida de espera, Jesús Calleja ha cumplido su sueño y ha viajado al espacio. Un viaje de diez minutos en el que ha experimentado siete de ingravidez y del que todos hemos podido ser testigos. Sin embargo, hay cosas que solo han podido sentir quienes han vivido su aventura en directo, como el reportero de Informativos Telecinco David Jiménez, que nos narraba los miedos que han vivido y lo que más le ha impresionado.

David Jiménez se ha desplazado hasta la base de lanzamiento de Texas. A dos minutos del despegue, nos contaba la preocupación de la familia por el retraso en la cuenta atrás, también nos transmitía cómo su hermano le esperaba muy cerca y nos contaba el motivo del retraso: "Un chequeo en la configuración del motor principal".

Sin embargo, el equipo ha dado luz verde al inicio del viaje y para los que estaban allí ha sido "inolvidable": "Nos ha dado mucho susto". Y es que ya contaba con que el sonido tiene cierto retraso y, por ello, han tardado dos o tres segundos en escuchar el estruendo del cohete iniciando su viaje: "Nos habían dicho que no había nada comparable al sonido de los motores en el desierto. Hemos escuchado un estruendo tremendo".

Tras los nervios iniciales, han observado tranquilos el ascenso del cohete y han vivido su regreso con sorpresa: "Ha sido complicado, no sabía que cuando el cohete se posa, no se escucha el sonido, pues os aseguro que cuando se ha posado el cohete ha sido como una bomba, ha temblado hasta la plataforma".

Una persona de comunicación les ha advertido que es normal y que suena así, relajándoles: "Nos hemos quedado más tranquilos".

El espectacular aterrizaje de la nave en la que ha viajado Jesús Calleja

Tras casi 20 minutos de retraso, el despegue de la nave se producía a las 16.49 horas. Las cámaras captaban la llamarada que salía de los motores y comenzaba el vuelo en el que la nave se propulsaba hasta los 3.588 km/h. El viaje ha durado unos diez minutos y los tripulantes han experimentado unos siete minutos de ingravidez tras los que regresaban a la tierra.