Redacción Uppers 27 FEB 2025 - 13:50h.

Muchas personas aprovechan las horas del sueño nocturno para dejar cargando el teléfono móvil hasta la mañana siguiente y así tener la batería al tope para afrontar el día, una práctica aparentemente inofensiva pero que puede acarrear más riesgos de los que creemos, no solo para la durabilidad del dispositivo, sino también para nuestra propia seguridad.

Las baterías de los modernos smartphones están diseñadas para detener la carga una vez alcanzado el 100% pero, incluso así, mantener el dispositivo enchufado durante largos periodos en un estado de carga completa puede someterlas a un estrés innecesario.

Ese estrés se traduce principalmente en un desgaste de la batería y el consiguiente acortamiento de su vida útil. Pero lo peor es que cargar toda la noche puede generar un calor excesivo, especialmente si no se está utilizando el cargador adecuado o si hay algún defecto de fabricación. Ese sobrecalentamiento puede dañar a otros componentes internos e incluso provocar un incendio y que las llamas nos sorprendan mientras dormimos.

Pero el exceso de calor puede llegar de más maneras. "Si se nos cae el teléfono móvil al suelo puede producirse una fisura que nosotros no vemos y al dejarlo cargando durante toda la noche puede sobrecargarse y, al estar en mal estado, explotar", ha advertido Gabriel Muñoz, gerente de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos (APTB), en la cadena Ser.

Usar cargadores específicos

No hay que olvidar que la causa más común de incendio en el hogar está en el sistema eléctrico. Por eso hay que tener cuidado con los cargadores y no utilizar los de otros dispositivos, como el del ordenador o la tablet, para el smartphone. "Cada aparato tiene su cargador específico, que está regulado para cargar en el menor tiempo posible con la máxima seguridad. Si le metemos una carga de más puede explotar y salir ardiendo", explica Muñoz.

Cuidado con las superficies inflamables

Otro error muy común es dejar el móvil cargando sobre la cama, los cojines, las almohadas o unos papeles, superficies inflamables que se pueden incendiar fácilmente y en el caso de que surja algún problema con la batería puede transformarse en una amenaza muy seria en cuestión de minutos. "Hay que buscar un sitio lo menos combustible posible. La encimera de la cocina, por ejemplo, si es de mármol o de piedra", aconseja el experto.

Así que si para proteger tu móvil al mismo tiempo que te proteges a ti mismo, lo más aconsejable es que lo cargues antes e acostarte, mientras preparas la cena o ves tu serie favorita. Además, esto te ayuda a no usarlo antes de dormir y desconectar un poco de él.

La regla del 20-80

Por otra parte, los expertos recomiendan seguir la regla del 20-80 a la hora de cargar para minimizar la degradación de la batería y alargar su vida útil. Esto consiste en impedir que se descargue por debajo del 20% e intentar no cargarla por encima del 80%, evitando así las llamadas zonas de tensión que pueden acelerar la degradación de la batería.