SpaceX lanza con éxito el cohete Starship tras una cadena de explosiones
SpaceX ha vivido un 2025 con una decena de lanzamientos fallidos que han sido investigados por los reguladores federales
El lanzamiento del Starship estaba previsto para el domingo pero problemas técnicos obligaron a aplazarlo al lunes, pero el tiempo volvió a cancelar el lanzamiento hasta un día después
SpaceX ha lanzado su nave Starship con su nuevo y rediseñado Super Heavy Booster, que finalmente ha realizado un vuelo exitoso este martes logrando amerizar en el océano. La Starship logró desplegar ocho satélites superando los malos presagios que dejaron la decena de intentos fallidos anteriores. Este ha sido el tercer intento de lanzamiento de la misión, después de que se cancelara los que tenían previstos este domingo y el lunes por problemas en los sistemas en tierra o por incidencias meteorológicas.
El Starship despegó desde Starbase, el centro de lanzamiento de SpaceX, en el sur de Texas, poco después de las 18:30, hora local. El megacohete finalmente pudo desplegar en el espacio sus ocho satélites cumpliendo su misión y después de más de una hora de vuelo en el espacio, amerizó en el océano Índico, como estaba previsto.
El cohete Super Heavy Booster de la nave espacial se separó de la parte superior de la Starship tres minutos después del lanzamiento y regresó con éxito para un amerizaje en el Golfo de México, en el Atlántico.
Un año de lanzamientos fallidos de la Starship con la vista puesta en Marte y la Luna
El año 2025 ha sido muy complicado para el programa de SpaceX después de que la Starship explotara en aguas de Florida en los dos vuelos de prueba, realizados en enero y marzo. Los residuos y escombros cayeron en varias carreteras en las Islas Turcas y Caicos y en algunas de las islas de las Bahamas.
SpaceX volvió a intentarlo en mayo, pero la Starship perdió el control mientras se dirigía al punto de aterrizaje y el propulsor Super Heavy, que debía amerizar de forma programada en el golfo de México, se destruyó completamente.
En ninguno de estos lanzamiento ha habido tripulación a bordo y todos son considerados de prueba, aunque el objetivo final de Elon Musk es que la nave espacial sea capaz de transportar personas a la Luna y, posteriormente a Marte.