Piden a la UE que limite el acceso de los menores de 16 años a las redes sociales y que regule prácticas como el 'scroll' infinito o los 'likes'
Uno de cada cuatro adolescentes presenta ya conductas adictivas vinculadas a plataformas como TikTok o Instagram
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La Unión Europea ha decidido dar un paso adelante para proteger a los menores de 16 años frente a los riesgos del uso intensivo de las redes sociales. La preocupación se ha intensificado tras constatar que uno de cada cuatro adolescentes presenta ya conductas adictivas vinculadas a plataformas como TikTok o Instagram. Bruselas plantea ahora una normativa digital común que impida a las grandes tecnológicas aplicar estrategias diseñadas para enganchar a los más jóvenes.
Entre las medidas que se barajan figura la prohibición de la reproducción automática de vídeos y del denominado 'scroll' infinito, mecanismos que convierten el consumo en ilimitado y dificultan que los usuarios puedan detenerse. También se estudia limitar el uso de los “likes”, los comentarios y la publicidad personalizada, prácticas que refuerzan la permanencia de los menores en estas aplicaciones.
Incapacidad de distinguir la realidad o de concentrarse
María Angustias Salmerón, presidenta de la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia, subraya que estas técnicas son “claramente adictivas ” y que deberían estar vetadas para los usuarios más jóvenes. Según explica, el perfilado de menores —es decir, el análisis de sus gustos y hábitos para mostrarles contenidos ajustados a sus intereses— constituye una de las herramientas más peligrosas, porque mantiene a los adolescentes atrapados en un flujo constante de información que les resulta atractiva y difícil de abandonar.
Los efectos de este consumo digital preocupan también a los psicólogos. La psicóloga infantil, María Ángeles Sánchez, de 'Crecer', señala que el uso intensivo de redes sociales está afectando a la capacidad de atención de los menores. “Los niños entrenan su cerebro para estar en muchas cosas a la vez, pero luego son incapaces de concentrarse en un solo aspecto”, advierte. Esta dispersión repercute directamente en su rendimiento escolar y en su desarrollo cognitivo.
Además, el acceso ilimitado a contenidos genera problemas de salud mental. Los expertos alertan de que los adolescentes se enfrentan a un exceso de información que no saben discriminar, lo que puede provocar miedo, confusión o una visión distorsionada de la realidad. En algunos casos, el impacto emocional de ciertos mensajes resulta tan fuerte que deja huella en su bienestar psicológico.