Canalda ha dicho que le sorprenden las declaraciones de la ministra de Igualdad, Bibiana Aido, en ese sentido, porque "es cierto que según van madurando las menores la Ley de Autonomía del Paciente les va permitiendo tomar decisiones cada vez más importantes respecto a su salud, pero comparar el hecho de someterse a un aborto con ponerse tetas, suena muy duro, porque son cosas completamente distintas".
El Defensor del Menor, que ha presentado hoy en la Asamblea de Madrid una guía para ayudar a que los menores sepan que algunas prácticas habituales en la red son delitos, ha calificado el comentario de que las menores también pueden "ponerse tetas" sin permiso de los padres de "enorme error estratégico" de la ministra.
"Lo que no podemos es hurtar a los padres la posibilidad de ayudar a sus hijas en un trance tan importante como interrumpir un embarazo, y no hablo de condicionantes ni éticos ni morales, sino estrictamente sanitarios", ha argumentado Canalda, para quien "esos momentos trascendentes no son equiparables a una operación de estética, por mucho que lo diga la ministra".
Desde su punto de vista, "no estamos hablando de patria potestad, sino de relaciones paterno-filiales, de confianza de mi hija conmigo y con mi mujer. Tenemos que ayudar a nuestros hijos y si se produce un embarazo no deseado, y si mi hija toma una decisión, lo que tiene que garantizar el Gobierno es que sea la mejor para la menor, y eso ya lo garantiza la actual ley porque cuando existe discrepancia al final siempre puede llegar a decidir un juez", ha señalado.
Del mismo modo ha calificado Canalda la autorización del Ministerio de Sanidad para dispensar sin receta la píldora del día después: "creo que es un error estratégico importante porque lo único que garantiza es la disponibilidad de la pastilla, pero hurta a las menores la posibilidad de un consejo médico que le pueda orientar en la utilización de los métodos anticonceptivos".
En su opinión, "si queremos que llegue a todas las mujeres hay que distribuirlo en centros de planificación familiar y gratis; creo que hacerlo sin receta médica es un error estratégico de primera magnitud", ha insistido el Defensor del Menor.