Mientras no se conozcan las conclusiones de ese estudio, "la prioridad del Gobierno" francés será la aplicación del principio de precaución, según la secretaria de Estado de Ecología, Chantal Jouanno.Las escuelas de primaria francesas tendrán, de momento, libertad para prohibir o no el uso de teléfonos móviles. Pero las asociaciones medioambientales y de defensa de los consumidores recomiendan que, al menos, deben limitar al máximo su utilización y, especialmente, entre los menores de 12 años.
Algunas de esas asociaciones proponen a los operadores que ofrezcan servicios específicos para los más pequeños como, por ejemplo, una oferta exclusiva de mensajería de texto, es decir, proveer teléfonos sin servicio de voz, con los que los niños solo puedan enviar y recibir mensajes.
Sin embargo, Asociaciones como el Comité Científico Asesor en Radofrecuencias y Salud, la Asociación Española de Comunicación Científica o la OMS han asegurado en distintas ocasiones que no existen pruebas de que la radiación de los móviles sea peligrosa para la salud.
Otra de las propuestas consistiría en hacer obligatorio el uso de cascos para hablar con teléfonos especialmente creados para funcionar exclusivamente con el sistema de "manos libres".
Son iniciativas surgidas tras los debates celebrados en una mesa redonda, bajo el título de "Radiofrecuencias, salud y medio ambiente", que reunió a representantes de asociaciones de consumidores, de operadores de telecomunicaciones, y dirigentes políticos, incluida la ministra de Sanidad, Roselyne Bachelot.