La mayoría de los nuevos servicios de la compañía son probados por un programa de control de calidad de Google, una red de amigos y familiares de los empleados de la compañía que tienen acceso confidencial a estos productos antes de su lanzamiento.
Sin embargo, el Buzz no pasó por este trámite. Y el resultado fue nefasto. De hecho, el inicio de esta nueva red social que pretendía hacer sombra a Facebook y Twitter ha sido poco exitoso. Los usuarios critican sus errores al garantizar la privacidad, ya que Buzz comparte demasiada información personal.
Este mismo fin de semana, el jefe de producto Todd Jackson indicó en su blog corporativo que su empresa había escuchado "los comentarios alto y claro" y que trabajaban para responder a esas preocupaciones.
Para empezar, Buzz no seguirá de forma automática a los contactos en Gmail o Google Chat, sino que optará por un modelo de autosugerencias. Los cambios serán implementados primero en las cuentas nuevas y luego en las ya existentes.
Desde Google son plenamente conscientes de que muchos de los diez millones de usuarios de Gmail están "realmente disgustados" con Buzz, por lo que la empresa quiere disculparse.
"Sabemos que necesitamos mejorar cosas", subrayan.
Buzz se lanzó el 9 de febrero, integrado con Gmail. Este producto fue pronto visto como un desafio a las redes sociales hegemónicas, aunque -como ya sucedió con Orkut- Google no ha logrado su objetivo. Por ahora, al menos.