En 2006, Dinamarca comenzó a considerar la tendinitis ocasionada por el uso excesivo del ratón como una enfermedad laboral. Las empresas tuvieron que indemnizar a cientos de trabajadores.
Para ahorrarse gastos futuros, los fabricantes y diseñadores se pusieron a trabajar en ratones ergonómicos y en pads con almohadillas de gel para apoyar la muñeca en lugar de tenerla tensionada sobre la mesa.
La compañía Deanmark ha ido más lejos al crear el AirMouse. Su inventor, el ingeniero Mark Brajamovic, sufrió de problemas debido a las lesiones provocadas por el uso reiterado del "ratón" y después de diversas investigaciones pudo diseñar el Air Mouse.
Este ratón es inalámbrico y es capaz de trabajar por una semana completa sin necesidad de recargarse. Otra ventaja de este mouse óptico es que permite manejar el teclado sin perder la sensibilidad para hacer que funcione el dispositivo.
Por el momento, el AirMouse está en periodo de pruebas, pero el mercado espera su llegada para 2011.