Crisis minera: este lago andaluz podría 'explotar' en cualquier momento

El Tiempo Hoy 21/07/2016 17:28

Las consecuencias ya se han visto otras dos veces en la historia: una en 1986 en el lago Nyos, al noroeste de Camerún; y otra dos años antes en el vecino lago Monoun. Una nube letal de CO2 brotó del agua y asfixió a los seres vivos que se encontraban cerca del lago. En total, 1.700 personas en Nyos y otras 37 en Monoun fallecieron a causa de este fenómeno, conocido como erupción límnica o 'fenómeno del lago explosivo', según explica Materia.

Gracias a este estudio, liderado por el geoquímico Javier Sánchez España, del Instituto Geominero de España (IGME), se sabe que la Corta Guadiana podría experimentar lo mismo que los lagos de Camerún. Tal y como indican en el estudio, se trata de "un serio peligro para el público".

Aunque el CO2 del fondo del lago está estabilizado gracias a la presión del agua, la situación podría cambiar por un deslizamiento de tierra. De hecho, esto es lo que ocurrió en los lagos de Camerún.

Al parecer, esta es "la primera vez que se detecta una situación así en Europa. El único antecedente son los lagos africanos", tal y como señala Sánchez España en EL PAÍS. Además de las dos masas de agua de Camerún, el tercer lago explosivo conocido es Kivu, entre Ruanda y República Democrática del Congo.

Aunque los investigadores descartan que la hipotética nube de gas se expandiría por Puebla de Guzmán, están preocupados por los paseantes de la zona, ya que la liberación del gas formaría una nube irrespirable de CO2 que, aunque no lograría traspasar las paredes del pozo, sería letal para quien estuviera en el interior de la corta.

Según ha informado el periódico, el IGME va a firmar un convenio con la Dirección General de Minas de la Junta de Andalucía para eliminar el gas acumulado en el lago. El proyecto consistirá en instalar una tubería de 90 milímetros de diámetro en el fondo por la que el gas salga de forma intermitente en un plazo de nueve meses. Además, ya saben como hacerlo. En 2014, la Asociación Herrerías, dedicada a la recuperación del patrimonio minero de esta localidad, informaba de unas primeras pruebas necesarias para el cálculo y diseño de un sistema más robusto y duradero que pudiera ser instalado en la corta de forma permanente.