Esta medida podría significar el control de las direcciones IP, dominios y lista exacta de usuarios que visitan las páginas, una información que el FBI quiere guardar durante meses.
Este organismo de seguridad arguye que necesita monitorizar estos datos para investigar casos sobre pedofilia y otros crímenes importantes.
Mueller ya había pedido la retención de estos datos en 2006, dos años antes de volver a enfatizar en esta medida. De hecho, llegó a pedir al Congreso que se pronunciara sobre esta cuestión.El FBI ha tenido acceso desde hace años a estos mismos datos de las comunicaciones telefónicas pero ahora, con la generalización del uso de internet para cominicarse, el organismo reclama más autonomía.
Sin embargo, aquí surgen importantes dudas morales, ya que puede abrir la puerta a abusos. Los enemigos de esta medida se oponen con tanta fuerza como cuando la CIA intentó inmiscuirse en las redes sociales.