Después de tres años trabajando en el restaurante, Cook tiene dos opciones: renunciar a su derecho a hablar o encontrar un nuevo trabajo. "Se me insistió en que llegaría un punto en el que tendría que firmar o irme", ha explicado el empleado a la cadena de televisión norteamericana ABC.
Cook cree que la restricción de Applebee's sobre los "comentarios negativos" es vaga y teme que la política pueda obstaculizar la libertad de expresión.
Si Cook decide llevar a Applebee's ante la justicia, los precedentes indican que tendría una oportunidad de ganar. En 2010, The New York Times publicó el caso de una mujer en Massachusetts que fue despedida por incluir comentarios negativos sobre su supervisor en Facebook. En este caso, el tribunal falló a favor del derecho de la mujer a postear lo que quisiera en la red social.
Por ahora, no está claro si la norma de Applebee's se aplica a todos sus restaurantes o sólo a la franquicia donde trabaja Cook. La empresa no ha respondido a la controversia.