En lugar de las típicas felicitaciones, sólo encontraban mensajes de pésame, mensajes de luto. Tributos a las almas de dos jóvenes muy amigos de su hermano, Chris Naylor, de 19, y Kelsie Coleman, de 15, ambos muertos en un accidente ocurrido en el oeste de Sidney a primera hora del domingo.
Asustadas por el RIP de los mensajes, en estado de shock, se temieron lo peor y comenzaron a llamar por teléfono. "¿Dónde está Bobby, dónde está?", se preguntaban. Su madre confirmó que había salido con su amigo Chris y el miedo creció.
Se pusieron entonces en contacto con la oficina de policia para saber qué pasaba y entonces recibieron la noticia: Bobby Vourlis había fallecido en un accidente seis horas antes.
La policía justificó el no haberse puesto en contacto con la familia asegurando que tenían que cerciorarse de la identidad del cadaver.
La pesadilla de todos los padres, que un hijo salga de noche con el coche y no vuelva a regresar, se había consumado. Y, para colmo, habían recibido la noticia a través de una red social.
Naylor, un conductor en prácticas, manejaba su automóvil pero la fuerte lluvia le hizo perder el control de su potente Ford Falcon XR6. Además de los tres jóvenes muertos, viajaban a bordo dos chicas menores de edad que consiguieron sobrevivir.
Unos 2.600 usuarios de esta red social ya ha creado un grupo en memoria de Bobby.