Jugando y chapoteando en el agua: las imágenes más tiernas de la nueva cría de oso polar de Berlín

Los cuidadores del parque llevaban meses esperando este momento y, aun así, no pensaban que llegaría tan rápido. Seguro de sí, el osito se lanzó a la aventura el pasado viernes y queda claro que se lo pasó en grande. Rechoncho, con los ojos redonditos y con ganas de explorar. Así lo describe el parque que celebra su evolución además por otro motivo: su madre perdió las dos crías anteriores por una infección que también amenazaba a Fluffy. Los tres primeros meses de vida son cruciales y es cuando más se complica la supervivencia. Lo peor ha pasado para él.
Ahora, fuera de riesgo, pasa los días aprendiendo a nadar y dando brincos por el zoo. Tras su debut exitoso en el mundo exterior, los cuidadores le dejan hacer las travesuras que guste y reservan un lugar tranquilo para que descanse junto a su madre, puesto que pasearse y jugar les cansa muchísimo de pequeños y necesitan descansar continuamente.

El zoológico donde crece Fluffy también fue el hogar del oso polar conocido como Knut, que conquistó el corazón de los alemanes e incluso se hizo famoso porque salió en la portada de Vanity Fair. Por desgracia, murió prematuramente a los cuatro años por una enfermedad.
Los osos polares, en la lista de animales vulnerables
La importancia del nuevo nacimiento y su progreso favorable es mayor de lo que imaginas por un motivo. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ha incluido a los osos polares en la lista de animales 'vulnerables' por el deterioro de las condiciones en el Ártico debido al cambio climático, con una cantidad cada vez menor de hielo y una constante subida del nivel del mar. Los países europeos ahora persiguen multiplicar la cifra de ejemplares, que actualmente es de alrededor de 26.000. En la naturaleza apenas el 15% vive hasta los dos años y los expertos advierten que podrían extinguirse en el Ártico, su hábitat natural, en menos de 100 años.