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Microsoft ha concretado la fecha definitiva de la retirada y del final del soporte de Internet Explorer 11, la última versión disponible de su tradicional navegador, que dejará de poder utilizarse a partir del 15 de junio de 2022. Esa será la fecha del fin del navegador más popular estos últimos 25 años.
Desde el año pasado Microsoft había dejado de dar soporte a Internet Explorer 11 en su ecosistema en línea Microsoft 365, pero ahora ha anunciado el siguiente paso y ha asegurado que "el futuro de Internet Explorer está en Microsoft Edge", su actual navegador actual. Y es que Internet Explorer se había vuelto lento y, sobre todo, inseguro y hasta la propia Microsoft ya no recomendaba su uso. Si lo ha mantenido estos últimos años ha sido para la compatibilidad de muchas empresas y algunos estándares que ya han sido asumidos por Edge.
Por ello, la compañía estadounidense ha fijado en el 15 de junio de 2022 el fin de su navegador tradicional preinstalado en Windows, con el final del soporte de su aplicación de escritorio en determinadas versiones de Windows 10.
Microsoft ha explicado que su nuevo navegador Edge no solo es más seguro y moderno que Internet Explorer, sino que garantiza la "compatibilidad con sitios web y aplicaciones antiguos y heredados" de otros programas, incluida la versión previa de Edge no basada en Chromium. "Microsoft Edge tiene el modo Internet Explorer ("modo IE") integrado, por lo que puede acceder a esos sitios web y aplicaciones antiguos basados en Internet Explorer directamente desde Microsoft Edge", ha informado la compañía.
Pero, a pesar de la sustitución por el más moderno Microsoft Edge y la popularización de otros navegadores más utilizados, como Chrome, Firefox, Safari y Opera, los más nostálgicos de la informática soltarán una lagrimilla al decir adiós para siempre a Internet Explorer. el popular navegador de Microsoft llegó hace 25 años como parte del paquete Plus publicado para Windows 95.
El navegador de Microsoft, preinstalado en Windows, llegó para discutirle su indiscutible dominio al navegador más utilizado en aquella época: Netscape Navigator, el primer navegador comercial. Pero no era una lucha justa. La guerra de los navegadores se saldó con el dominio absoluto de Explorer porque contaba con el mejor arma posible: daba igual que fuera mejor o peor que Netscape, ya que estaba incluído en el sistema de la mayoría de ordenadores del planeta y su uso fue masivo. Y su dominio absoluto duró más de 20 años, a pesar de que durante ese tiempo había navegadores más rápidos, fiables y seguros (como Firefox).
Ese monopilo fue atacado duramente a través de múltiples demandas de las distintas compañías y algunas zonas, como Europa, obligaron a Microsoft a incluir alternativas a internet Explorer en Windows. Ahí comenzó el principio del fin del dominio de Internet Explorer. Sería en 2016 cuando otro navegador, Google Chrome, se colocara como el más utilizado en el mundo por delante de Explorer.
En algo más de un año Internet Explorer dirá adiós de manera definitiva.