No todas las precipitaciones son en forma de lluvia. Las hay de granizo, de nieve, incluso de ¿chocolate? Si por algo es conocida Suiza es por su cacao, y esta semana una avería en una fábrica ha desencadenado un despliegue de polvo que ha endulzado involuntariamente todo el distrito industrial del pueblo de Olten, en el norte del país.
Se dio cuenta un vecino después de encontrar su coche envuelto en una especie de barro con más pinta de chocolate que otra cosa. Al cuestionarse si realmente podía tratarse de la delicia suiza, la fábrica de Lindt & Sprüngli lo ha confirmado: una avería en el sistema de ventilación está espolvoreando cacao por todas partes.
Por supuesto la noticia ha corrido como la espuma en las redes, que no dan crédito de tanto acontecimiento surrealista este 2020.
Según ha explicado la marca de chocolates de lujo que triunfa todas las navidades, todo empezó en el sistema de ventilación de refrigeración en el proceso de tostado del cacao. A medida que el chocolate iba saliendo al exterior, los vientos de estos días han hecho el resto.
Estas partículas son inofensivas para los seres humanos y el medio ambiente, según ha publicado un medio local, pero la empresa está trabajando "para que las emisiones vuelvan a la normalidad", y se encargará de limpiar el coche del hombre que se lo encontró cubierto de chocolate, ha dicho la portavoz de Lindt, Sara Thallner.