La oruga 'peluquín', cuya picadura es "como un cuchillo", invade el estado de Virginia

  • Cada vez que mudan la piel, su pelo venenoso crece

  • Ese pelo son en realidad espinas que inoculan veneno

  • La oruga gato es de las más peligrosas de Estados Unidos

Su aspecto, más que asustar, llama la atención de los que se la cruzan. La oruga gato (Megalopyge opercularis) que parece un peluquín enano aparenta ser inofensiva, pero es una de las más venenosas de Estados Unidos. A comienzos de octubre, el Departamento de Silvicultura de Virginia (VDoF) detectó su presencia en algunos condados e informó a la población del peligro: su picadura es "como un cuchillo", ha dicho una afectada.

“Se pueden encontrar en parques o cerca de estructuras”, ha alertado el VDoF, y “comen hojas de roble y olmo”. Lo mejor en caso de encontrarnos con una es “dejarla en paz y que sus enemigos naturales controlen su población”, ha aconsejado a la ciudadanía el departamento.

La venenosa oruga 'gato'

La oruga gato u oruga de pus es una amenaza andante. Vive en los estados comprendidos entre Nueva Jersey y Florida, y al oeste de Arkansas y Texas, según el Departamento de Entomología y Nematología de la Universidad de Florida (UF). Se encuentra en mayor abundancia en Texas, desde Dallas hacia el sur, especifica, y tienden a darse picos de registros de picaduras a principios del verano y durante el otoño.

Miden aproximadamente 3,5 cm de largo, y 4 cm si incluimos la cola. Cada vez que mudan la piel, su pelo crece, aunque este pelo son en realidad las espinas que hacen a la oruga tan peligrosa. “Cada una de las cuales tiene una glándula venenosa en su base”, apunta la UF. A medida que aumentan de tamaño, el riesgo de su picadura también aumenta.

El veneno que inoculan cuando pican puede producir dolor de cabeza, fiebre, náuseas, vómitos, taquicardia, presión arterial baja, convulsiones y, más raramente, dolor abdominal, espasmos musculares y convulsiones. Los síntomas dependen en gran medida de la zona del cuerpo donde pican, puesto que el grosor de la piel es un factor importante, y suelen empezar con una rojez leve que pasa a convertirse rápidamente en hinchazón.

Según el documento informativo de la Universidad de Florida, se han dado brotes preocupantes en algunas ocasiones, como los de 1923 y 1951 en Texas, cuando tuvieron que cerrarse las escuelas de varios condados.

Si los depredadores naturales, generalmente los crisópidos y los lagartos anolis que se comen las larvas, no fueran capaces de controlarlos este otoño en el este de Virginia, las autoridades pasarían al plan B. Los métodos probados que funcionan son los insecticidas y una bacteria llamada Bacillus thuringiensis, que se emplea también como insecticida.