Los perros pueden reconocer si les estamos mintiendo, según demuestra un estudio

  • Los perros captan el comportamiento humano basándose en su experiencia previa

  • El estudio demuestra que los canes prefieren la predictibilidad

Los perros pueden oler el miedo, pero ¿pueden oler la verdad? Un estudio de la Universidad de Kyoto en Japón demuestra que los perros son muy buenos captando el comportamiento humano, y realmente pueden detectar si les estamos engañando o no.

El estudio, dirigido por Akiko Takaoka, consistió en engañar a los perros en nombre de la ciencia. Los humanos saben desde hace mucho tiempo que si apuntas hacia un objeto un perro correrá hacia él. Los investigadores utilizaron esta información en su experimento. Así, señalaron un recipiente que estaba lleno de comida oculta. Efectivamente, el perro corrió hacia el contenedor. Luego, señalaron un contenedor que estaba vacío. El perro corrió hacia ella, pero encontró que no tenía comida.

La tercera vez que los investigadores señalaron un recipiente con comida, el perro se negó a ir al recipiente. Sabía que la persona que apuntaba no era confiable basándose en su experiencia previa. El experimento se repitió hasta con 34 perros, y todos ellos desistieron de ir al contenedor por tercera vez. Este experimento prueba que los perros pueden detectar a un mentiroso o que los perros tienen problemas de confianza importantes.

Los perros tienen una inteligencia social sofisticada

En otras palabras, si le miente a su perro, el animal se formará la idea de que su palabra no es válida y se comportará en consecuencia. "Los perros tienen una inteligencia social más sofisticada de lo que pensábamos. Esta inteligencia social evolucionó selectivamente en su larga historia de vida con humanos", dijo Takaoka, quien también se sorprendió de que los perros fueran rápidos cuando "devaluaban la confiabilidad de un humano".

John Bradshaw, de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, quien no participó en este estudio, afirma que los resultados indican que los perros prefieren la predictibilidad. Cuando los gestos son inconsistentes, los perros tienden a ponerse nerviosos y estresados.

Los investigadores tienen planes para repetir el experimento intercambiando a los perros con lobos porque estos animales están estrechamente relacionados con los perros. El objetivo es comprobar los "efectos profundos de la domesticación" en los perros.