Qué es la 'gota fría' o DANA y cuáles son sus efectos

  • Lo que se denomina 'gota fría' suelen ser los efectos destructivos de las lluvias intensas que se producen estos días

  • La AEMET prefiere llamar a este fenómeno meteorológico depresión aislada en niveles altos o DANA

  • La 'gota fría' se produce cuando una masa de aire frío se separa de otra más grande a gran altura y queda atrapada entre masas de aire más cálido

Hace unos años siempre lo denominábamos como 'gota fría', pero ahora nos referimos a este fenómeno meteorológico como depresión aislada en niveles altos (DANA), como se le conoce técnicamente. Así también se refieren a la 'gota fría' desde la Agencia Española de Meteorología (AEMET). Se trata de un fenómeno meteorológico que se produce cada año y que se caracteriza por las condiciones climáticas adversas que provoca especialmente en la vertiente mediterránea de la península ibérica.

La 'gota fría' es como se conocía popularmente a la DANA, y se trataba en realidad de una expresión 'comodín', sin una base científica, que servía para referirse solamente a las situaciones meteorológicas que causaban un impacto social (lluvias intensas, efectos desastrosos, etc.). Así la AEMET, y desde hace un par de años la mayoría de medios de comunicación siguiendo su recomendación, opta por utilizar el término DANA, que alude al proceso por el que se origina el fenómeno, y no 'gota fría', que se se refiere solo a los fenómenos climáticos que puede ocasionar.

Mejor DANA que 'Gota Fría'

La definición literal de la AEMET para una DANA es "depresión cerrada en altura que se ha aislado y separado completamente de la circulación asociada al chorro, y que se mueve independientemente de tal flujo, llegando a veces, a ser estacionaria o incluso retrógrada". Es decir, es una masa de aire fría que se separa de otra más grande a gran altura, que desciende hasta chocar con aire más templado y que puede quedar 'atrapada' entre masas de aire más cálido, lo que puede llegar a producir perturbaciones meteorológicas concretas en diferentes zonas.

Este fenómeno se produce normalmente en la época otoñal y la zona de la península con más probabilidades de sufrir sus efectos es la mediterránea, ya que es ahí donde se produce el choque de aire polar que avanza sobre Europa Occidental con el aire cálido y húmedo del Mediterráneo. Una de las características que diferencias a la DANA de una borrasca ordinaria es que no tiene por qué desplazarse hacia el este, puede permanecer estacionaria varios días.

Los efectos de la 'gota fría'

Los efectos que se suelen producir por el fenómeno de la 'gota fría' son fuertes lluvias, tormentas, viento o incluso granizo. Los efectos de la DANA sobre la superficie serán más intensos cuanto mayor sea la diferencia entre la temperatura de la masa de aire fría y la del mar, ya que si éste está templada se evaporará rápidamente y se condensará al llegar a la masa fría creando nubes de mayor tamaño y dando lugar a mayores precipitaciones.

Estas fuertes precipitaciones pueden llevar a catástrofes naturales como el desbordamiento repentino de ríos o de cauces de agua normalmente secos, acompañados de tormentas eléctricas, vientos de gran velocidad y, en las costas, oleaje de gran altura que puede producir daños en puertos, playas y demás zonas costeras.

La duración de estos fenómenos no es fija, pero normalmente los efectos más dañinos no suelen durar más de una semana. Ante la llegada de uno de estos fenómenos hay que intentar extremar las precauciones y estar atentos a los avisos de la AEMET en las zonas normalmente afectadas. Es importante evitar acercarse a los cursos de los ríos y a los cauces de agua durante estas lluvias torrenciales y evitar utilizar el coche (y si se tiene que conducir, hacerlo a muy baja velocidad y evitar zonas fácilmente inundables). Nunca hay que realizar el intento de atravesar una zona inundada.

Hay que alejarse de la costa y procurar mantenerse a cubierto mientras duren las fuertes rachas de viento y tormentas eléctricas. Hay que asegurar ventanas y balcones y tratar de alejarse de cornisas y balcones cuando se esté en el exterior, ya que pueden desprenderse y caer por efecto del agua y el viento.

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