¿Cómo recuperar el antiadherente de una sartén?

Si eres de esas personas que tienen una sartén ‘preferida’, una que tiene el tamaño ideal para lo que estás cocinando, independientemente de qué sea, que es ligera, pero no demasiado y que reparte el calor por toda la superficie de manera equilibrada, seguro que conoces la decepción que supone descubrir que ha perdido el antiadherente

La sartén que parecía perfecta, con la que conseguíamos el punto perfecto de cocinado y con la que siempre podíamos contar, ha pasado a mejor vida y nos toca encontrar otra que cumpla sus funciones, algo que no es tarea fácil. 

Por suerte, antes de despedirnos para siempre, podemos darle una nueva oportunidad, probando el truco viral que promete recuperar el antiadherente de nuestras sartenes. 

El truco viral para recuperar el antiadherente de una sartén

Las redes sociales parecen dispuestas a buscar soluciones a nuestros problemas y gracias a TikTok se ha popularizado un truco que podemos emplear para recuperar el antiadherente de nuestras sartenes. El primer paso es lavar la sartén con jabón líquido y una esponja suave, después habrá que dejarla a fuego fuerte durante un minuto. 

Pasado ese tiempo, cuando la sartén esté bien caliente, habrá que cubrir la sartén de manera uniforme con sal gorda, la típica de cocinar, y dejarla al fuego. Deja que la sal se cocine unos minutos, moviendo de vez en cuando con la propia sartén, sin emplear herramientas, hasta que adquiera un color más tostado. Después habrá que tirar el exceso sal, sin frotarla, y limpiar los restos que queden en la sartén con un papel de cocina húmedo. 

Con este sencillo truco podrás recuperar tu sartén dañada, eso sí, siempre y cuando los daños no sean excesivos, porque tampoco es un truco milagroso. Sin duda, lo mejor es mantener nuestras sartenes antiadherentes en las mejores condiciones para que no se deterioren. 

Cómo cuidar las sartenes para alargar su vida útil

Las sartenes antiadherentes son una estupenda herramienta en la cocina, pero conviene cuidarlas y prestar atención a cómo las usamos para no tener que deshacernos de ellas antes de tiempo. En general, duran entre tres y cinco años en buenas condiciones, pero si las tratamos bien podrían durar más. 

Es importante no usar sobre ellas espátulas o utensilios de cocina metálicos, que pueden dañar la superficie, es mejor que estas sean de madera o de silicona. Tampoco conviene lavarlas en el lavavajillas, porque es una limpieza muy agresiva y además el contacto con otros elementos podría dañarla. 

Lo mejor es lavarla a mano y siempre con la parte suave del estropajo, con la esponja. Para guardarla, si tienes espacio suficiente para no tener que apilar las sartenes, enhorabuena, en caso contrario, evita que hagan contacto directo unas sartenes con otras usando trapos o protectores de fieltro específicos para esta función. Es importante prestar atención al estado de nuestras sartenes y, si vemos que comienza a perder eficacia, siempre podemos probar este truco viral antes de tener que despedirnos de una sartén que tenía todo lo que necesitábamos, aunque a veces no nos quede más remedio. 

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