Cultura

El descaro y el humor de Juan Dávila hacen vibrar Madrid con 'La capital del pecado'

El descaro y el humor de Juan Dávila hacen vibrar Madrid con 'La capital del pecado'
Juan Dávila, en una de sus actuaciones en el 'Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío' de Madrid.. telecinco.es
  • El cómico agota las entradas de sus espectáculos en tan solo unos minutos

  • Sentarte en las sillas del escenario de Juan Dávila, pura adrenalina para el cuerpo

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Desde que debutara en el año 2013, Juan Dávila no para de acumular éxitos, convirtiéndose casi en misión imposible conseguir una entradas para cualquiera de sus espectáculos.

'La capital del pecado' es el último espectáculo con el que Dávila está viajando por todo el país, llenando todas y cada una de sus sesiones y haciendo que sus espectadores se dejen llevar por la improvisación. Jamás verás una silla libre, ya que sus entradas son uno de los bienes más codiciados del momento.

El humor de Juan Dávila es diferente y, si decides ir a verle, tienes que hacerlo dispuesto a convertirte en uno de los protagonistas. Porque en sus espectáculos el público es el protagonista y él solo interactúa para conseguir que salgan a la luz sus pecados más ocultos que todos guardamos como oro en paño.

Combinando descaro y el humor, Juan Dávila se ha convertido en el cómico del momento

Sobre todos los escenarios en los que actúa Juan Dávila hay 10 sillas ocupadas por gente con problemas o por invitados. Si te sientas allí, es muy probable que os toque formar parte del espectáculo de este cómico que ha sido capaz de encontrar el equilibrio perfecto entre el descaro y el humor.

En una de esas sillas tuve la suerte (a pesar de los nervios que tuve durante mucho tiempo) de sentarme para vivir el espectáculo de Dávila en primera persona. Durante 90 minutos, el público que abarrotaba el 'Gran Teatro CaixaBank Príncipe Pío' de Madrid no paró de reír, de colaborar y de rendirse al humor del cómico del momento. Juan tampoco escatimó durante este tiempo y protagonizó momentazos para el recuerdo que prefiero no desvelar aquí.