Música

Cuarenta años de vuelo de 'Cien gaviotas': Mikel Erentxun revive a Duncan Dhu en Madrid

Mikel Erentxun
Mikel Erentxun revive la magia de Duncan Dhugetty images
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"Hoy podrás beber y lamentar, que ya no volverán sus alas a volar, cien gaviotas ¿dónde irán?", se preguntaban Duncan Dhu en la canción que les dio el éxito masivo en la segunda mitad de los 80. Cuarenta años después, Mikel Erentxun vuelve a desplegar las alas del grupo donostiarra que marcó a una generación y ha revivido todos sus grandes himnos en dos citas para el recuerdo en Las Noches del Botánico de Madrid.

Mikel Erentxun en Uppers
Mikel Erentxun en Uppers
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Sin Diego Vasallo pero con un repertorio mágico

La idea de Erentxun para la gira DD40 era aparcar momentáneamente sus proyectos en solitario para celebrar las cuatro décadas que cumple al disco de debut de la formación guipuzcoana, 'Por tierras escocesas', con una serie de conciertos en los que la música de Duncan Dhu sería la principal protagonista. Lo ideal habría sido tener a su lado a Diego Vasallo, la otra mitad creativa del dúo (Juanra Viles, el otro miembro original, abandonó en 1989), pero este prefirió desmarcarse. "Demasiados años a la espalda, demasiados recuerdos, demasiado de todo”, se justificó para no comparecer en esta celebración.

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En cambio, si a Mikel le pesan todos esos años y recuerdos no lo parece. Al contrario, parece a gusto zambulléndose junto a su entregado público en las aguas de la nostalgia que traen ese puñado de joyas pop de otra época que conforma el repertorio de Duncan Dhu. 'Capricornio' fue el pistoletazo de salida de una noche generosa en emociones por la que fueron desfilando 'Rosa Gris', 'Una calle de París', 'A tientas ', 'La barra de este hotel' o 'El ritmo de la calle'.

Recuerdo para Pau Donés

Sin Vasallo, pero arropado en todo momento por una banda más que solvente, Erentxun tuvo un recuerdo para Pau Donés versionando 'Agua' de Jarabe de Palo y se dejó acompañar en el escenario por Marina Iniesta para entonar 'Mañana' y 'Ojos negros'.

Lagrimales a punto de estallar

40 años y todavía me cuesta hablar, ya me conocéis”, dijo en un momento del concierto, haciendo gala de su entrañable timidez. Y el público cómplice, formado mayoritariamente por fans de la época, respondía cantando y aplaudiendo a rabiar esas canciones grabadas en su memoria y su corazón que pusieron banda sonora a sus años de juventud. Una a una fueron cayendo todas. 'Jardín de rosas', 'Cien gaviotas' y, cómo no, 'En algún lugar', cierre perfecto para una noche de autohomenaje, de recuento sentimental y de lagrimales a punto de estallar.