Julio Iglesias, AC/DC y otros músicos de la lista viral de artistas prohibidos por la URSS en 1985

Julio Iglesias en 1980, un elemento peligroso para la URSS. Cordon Press
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Durante los años de la Guerra Fría, en los 80 pero también antes, el rock estaba considerado en la Unión Soviética como una herramienta del imperialismo cultural estadounidense, un elemento subversivo que también asociaban al satanismo, la violencia y la anarquía, en contraste directo con los valores de la URSS, que privilegiaban la colectividad, la obediencia y el control del Estado. De hecho, este regulaba qué música se podía escuchar y cuál no.

Había listas negras de artistas extranjeros prohibidos en la radio soviética. En ese contexto, se ha vuelto a viralizar una lista de nombres que no se recomendaba escuchar en 1985 y que publicó el profesor Alexei Yurchak en su libro 'Everything was forever, until it was no more' en 2006.

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Controlar lo que pasa en las discotecas

En el listado, elaborado por Komsomol, la organización juvenil del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), aparecen 35 artistas y bandas que en aquel tiempo estaban de moda y eran populares en muchos países de Occidente y la causa por la que se consideraban peligrosos en la URSS. El objetivo era "controlar más estrictamente lo que sucede en las discotecas".

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Algunos de los más conocidos son los siguientes:

  • Pink Floyd - Interferencias en la política exterior de la URSS (Afganistán)
  • Sex Pistols - Punk y violencia
  • Kiss - Nacionalismo y violencia
  • Iron Maiden - Violencia
  • Judas Priest - Anticomunismo y racismo
  • AC/DC - Neofascismo o violencia
  • Tina Turner - Sexo
  • Ramones - Punk
  • Van Halen -Propaganda antisoviética

El 'neofascismo' de Julio Iglesias

Que se tache a Sex Pistols de de violentos o a los Pink Floyd de aquella época como de políticamente incómodos no es nada disparatado, sin embargo algunas inclusiones llaman poderosamente la atención. Como la de Julio Iglesias bajo la etiqueta de que promueve el neofascismo, codo con codo con los mismísimos AC/DC; o a una banda tan amigable como Village People tildada de 'violenta'.

Por suerte, con la llegada al poder de Mijaíl Gorbachov y sus políticas de glasnost (apertura) y perestroika (reforma), a finales de los años 80 las restricciones en la URSS comenzaron a relajarse y surgieron festivales oficiales de rock, como el Festival de Rock de Moscú (1989), donde tocarían incluso bandas que estaban en aquellas listas negras como los Scorpions o los mismísimos Metallica, que siempre recuerdan su actuación en la capital moscovita el 28 de septiembre de 1991 ante 1,6 millones de rusos brincando con 'Enter Sandman' como un punto álgido de su trayectoria.