Música

El primer disco de la historia que incluyó las letras de las canciones

Hubo un tiempo en el que las letras de las canciones no se incluían en los discos. GETTY IMAGES
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Hubo un tiempo en el que ni Google ni Spotify existían para mostrarte al momento la letra de tu canción favorita. Si te la querías aprender debías agudizar el oído, cazar palabras al vuelo e inventarte lo que no pillabas. Hoy basta un clic para conseguir los textos completos de un álbum, incluso con su traducción y anotaciones, pero hace varias décadas escuchar un disco con las letras en la mano estaba considerado como una extravagancia, incluso una amenaza para la industria.

Para entenderlo hay que remontarse a una época en la que las letras de las canciones eran consideradas propiedad valiosa por las editoras, que conseguían importantes ingresos con su publicación independiente, en forma de partituras o libros. Incluirlas gratuitamente en los discos se veía como tirar piedras contra su propio tejado.

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También hay que tener en cuenta que hasta mediados de los años 60 los álbumes como tal estaban considerados como simples contenedores de canciones que ya sonaban en la radio o que se vendían independientemente en singles de 45 revoluciones por minuto. No se pensaba en ellos como obras artísticas completas, por lo que tampoco se cuidaban aspectos referentes a su diseño o a la información que aportaban.

La revolución siempre pasa por The Beatles

Como tantas cosas en la música popular, aquello cambió con The Beatles y su revolucionario 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band', publicado en 1967. Para aquel álbum los 'fab four' apostaron por un concepto integral que uniese las canciones en un todo único. Querían que ese disco fuese algo más que un producto auditivo, quería que fuese una experiencia multisensorial en la que música, imagen y palabras estuvieran conectadas.

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Lennon y McCartney habían empezado a escribir letras más complejas, con referencias literarias, psicodélicas y sociales, y estaban empeñados en que el mensaje llegara al oyente, no solo las melodías. Para que la gente no se perdiera nada, decidieron imprimir las letras directamente en la funda del disco.

Los editores se resistieron inicialmente, temiendo perder sus ganancias, pero McCartney convenció al sello de que su idea transformaba por completo la experiencia auditiva del oyente. El impacto fue inmediato y contribuyó a extender la idea de que un álbum podía ser algo más que un conjunto de canciones obligadas a convivir juntas en el mismo vinilo.

Oscuros precedentes

Vale, siendo estrictos, aquella no fue la primera vez que la letra de una canción se incluía en un álbum, ni siquiera en el mundo del rock. Frank Zappa & The Mothers of Invention ya incluyeron notas extensas y algunas letras (no todas) en su álbum 'Freak Out!' solo un año antes. Y ciertos discos de folk y chanson francesa ya traían cuadernillos con las letras de las canciones de Georges Brassens o Jacques Brel. Pero en el ámbito del mainstream , 'Sgt. Pepper's' fue el primero en hacerlo como un elemento artístico central y no solo como un extra para entendidos.

Otros artistas, al comprobar el entusiasmo del público con la idea, comenzaron a incluir también sus letras en los libretos y las portadas, una costumbre que fue instaurándose en los años 70. Con el auge del cassette en los 80 y el del CD en los 90, los libretos se ampliaron y ya se estandarizó la inclusión de los textos, pero conviene no olvidar nunca la importancia de esos momentos que cambian el curso de la historia.