Cine

Las vidas de Springsteen en la gran pantalla: de 'Philadelphia' a 'Deliver me from nowhere'

Springsteen Oscar
Cuando Springsteen ganó el Oscar por 'Streets of Philadelphia'. GETTY IMAGES
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Bruce Springsteen nunca ha sido un hombre de cine, aunque muchas de sus canciones sean plenamente cinematográficas. Cuenta la leyenda que Martin Scorsese admiraba al 'Boss' porque podía contarte en cinco minutos lo mismo para lo que él necesitaba dos horas. Esa facilidad para escribir canciones como si filmara tiene mucho que ver con el diálogo permanente que ha mantenido su música con la gran pantalla a lo largo de las décadas. Con el estreno de 'Springsteen: Deliver me from nowhere', sobre la gestación de su álbum 'Nebraska', esa relación vuelve al primer plano, pero la historia comienza mucho antes.

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Habría que remontarse precisamente a la época que retrata el biopic dirigido por Scott Cooper. En 1981 Paul Schrader, guionista de 'Taxi driver' y 'Toro salvaje', escribió un libreto pensando en Bruce como protagonista. El músico no aceptó el papel, pero se quedó con el título para un tema crítico con el olvido que sufrieron los veteranos de la guerra de Vietnam en el que estaba trabajando: 'Born in the USA'.

En compensación por rechazar el papel, Springsteen escribió para Schrader una nueva canción, 'Light of Day', que acabaría dando nombre a la película de 1987 protagonizada por Michael J. Fox y Joan Jett que contaba la vida de dos hermanos atrapados entre la fe, la familia y el rock.

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A principios de los 90 un joven Sean Penn le pedía permiso a Springsteen para adaptar la historia de 'Highway patrolman', uno de los temas más narrativos de 'Nebraska', para su debut en la dirección, 'Extraño vínculo de sangre' (1991). La cinta, que dio a conocer a Viggo Mortensen, se centraba en la relación entre dos hermanos, Joe -el sheriff de la ciudad- y Frank -un veterano de Vietnam-, que acababan trágicamente enfrentados.

Convertir la empatía en narrativa

Pero el gran momento de Springsteen en la industria del cine llegaría en 1993, cuando Jonathan Demme le pidió una canción para la película 'Philadelphia'. Lo que le salió al rockero de New Jersey no fue ni una canción protesta ni un himno heroico, sino un lamento íntimo a media voz con sintetizadores y una base electrónica mínima que acompañaría el rostro de Tom Hanks devastado por el SIDA. En solo cuatro minutos 'Streets of Philadephia' resumía toda la película: la soledad del enfermo, el miedo, la mirada empática del otro. Ganó el Oscar y el Grammy a la canción del año.

Poco después, en 1995, vino 'Pena de muerte', de Tim Robbins, con Susan Sarandon y Sean Penn. De nuevo, Springsteen escribió la canción que daba su título original a la película, 'Dead Man Walking', una plegaria seca que acompañaba la historia de un condenado a muerte y que Bruce cantaba con una voz que sonaba como si viniera directamente del cadalso.

Dead Man Walking

Más de una década después, Darren Aronofsky recurrió a él para 'The Wrestler' (2008). Springsteen escribió la canción que cierra la película, y lo hizo gratis. Simplemente sintió muy cercana la historia del luchador caído en desgracia interpretado por Mickey Rourke. No en vano, podría haber sido el protagonista de alguna de sus historias sobre tipos que alguna vez creyeron ser alguien y ahora viven del recuerdo, buscando una segunda oportunidad.

El cameo más metatextual

Entre medias, Springsteen tuvo tiempo para hacer un celebrado cameo en 'Alta fidelidad' (2000), la adaptación de la novela de Nick Hornby en la que hacía de sí mismo apareciendo como una ensoñación de John Cusack aconsejándole en su habitación con una guitarra en ristre. Esa escena, breve, divertida y metatextual, condensaba todo lo que representa Springsteen para muchos de sus fans: una voz que surge desde el margen para ofrecer consuelo y sentido.

Bruce Springsteen - Alta Fidelidad

En la década de los 2000 también escribió la música para una película que nunca llegó a filmarse pero que ha sido descrita por Springsteen como un "western espiritual". Ese trabajo permaneció inédito hasta que este mismo año lo incluyó en la caja 'Tracks II: The Lost Albums', bajo el nombre de 'Faithless'. El de Freehold nunca ha querido desvelar quién le hizo el encargo.

Por supuesto, el cancionero de Springsteen ha aparecido en numerosas películas y series de todo tipo, tantas que es inútil enumerarlas, pero un caso especial es el de 'Blinded by the Light' (2019), de Gurinder Chadha, filme que contaba la historia de un adolescente pakistaní en los suburbios británicos que descubre en las letras de Springsteen una vía de escape. La película, luminosa y nostálgica, se apoyaba en las canciones del 'Boss' ensalzando su capacidad para hablarse a los invisibles de cualquier país.

Blinded by the light

Y ahora llega 'Deliver Me From Nowhere', para cerrar el círculo. Si en 'Philadelphia' o 'The Wrestler' ponía voz a los derrotados, ahora es su propia derrota la que se filma. El momento en que, en 1982, decidió encerrarse en casa y grabar a solas, sin banda, sin certezas, solo en busca de sí mismo. En el fondo, es la misma historia que siempre cuenta Springsteen: un hombre enfrentándose a su propio silencio.