Cultura

El espectáculo de Guerra y Cubells que se ríe sin complejos de los 60: “Somos más feministas ahora que a los 20”

María Guerra y Mariola Cubells.
María Guerra y Mariolla Cubells. María Guerra/Mariola Cubells
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MadridLos 60 son los nuevos… 60. Las periodistas especializadas en cine María Guerra y Mariola Cubells se han propuesto reivindicar a las mujeres que, como ella, llegan a la sexta década de sus vidas en plenitud. Y lo hacen con un espectáculo en directo, ‘Señoras y señoras’, en el que comparten su visión del mundo y su feminismo pop”. “No tenemos nada que demostrar, tenemos 35 años de experiencia, seguimos en activo y no nos subimos al escenario para pedir perdón. Venimos para analizar la realidad en colectivo y también para reírnos de nosotras y de las demás”, explica María Guerra a modo de carta de presentación. 

¿Cómo surge el espectáculo?

(Mariola) Yo acababa de sacar mi libro ‘Mejor que nunca’, que es la crónica de la generación de mujeres nacidas a lo largo de la década de los 60. María y yo, que somos amigas desde hace mucho tiempo, hablamos y nos dijimos ¿por qué no hacemos un show basado en el libro? Luego el proyecto fue evolucionando y acabó naciendo ‘Señoras y señoras’, un espectáculo que hemos parido y llevado a cabo solas y esto es importante, porque es una muestra de nuestra independencia. Estrenamos en enero en Málaga y la verdad es que llevamos 20 bolos ya: no nos creemos el éxito que está teniendo. 

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¿De qué va ‘Señoras y señoras’?

(María) Es el manifiesto de las mujeres de nuestra generación, que somos las primeras en cobrar una pensión de forma masiva, en habernos incorporado a la universidad, en haber vivido el divorcio, el aborto… Somos una generación de mujeres que nos hemos realizado profesionalmente pero que no hemos sido contadas desde el lenguaje audiovisual.

¿En qué sentido?

(María) Pues mira, arrancamos el show hablando de Disney y de sus princesas, que son mujeres aisladas y, por tanto, a merced del depredador maltratador. No hay una doctrina de la ficción para que las mujeres tengan amigas y estén juntas. ¡Imagínate si Blancanieves hubiera tenido una amiga en lugar de hablar con los pajaritos y estar con los enanos! Nosotras hemos incorporado un discurso que no juzga a las mujeres que no han podido emanciparse, algo que es muy importante. Nuestro feminismo habla de nuestras madres que no pudieron trabajar y tiende puentes entre generaciones, porque tenemos que aprender a no vivir en burbujas, que es un poco lo que la sociedad ha enseñado tradicionalmente a las mujeres.

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(Mariola) . Hay discursos que nos han ido metiendo desde siempre como lo de la pelea de gatas, esta historia de que las mujeres no pueden ser amigas. Yo lo he odiado siempre: nunca me he sentido interpelada cuando han hablado de esa rivalidad.

¿Por qué habláis de que lo vuestro es feminismo pop?

(María) Nuestra generación ha tenido un feminismo muy intuitivo y un poco naif al principio. Nosotras siempre decimos que somos mucho más feministas ahora a nuestros 60 años que hace 20. Tenemos desparpajo, solvencia, y una actitud de “me importa un bledo”. Eso sí, somos conscientes de que hablamos desde el privilegio porque somos mujeres blancas. Eso no se nos puede olvidar. El feminismo pop sería una manera más esquinada y más reflexiva de ver la realidad de las mujeres. Por ejemplo, en ‘Pretty Woman’, para nosotras, el príncipe de la historia es un putero… Pero sobre todo, nos gusta hablar de ello desde el humor. La tragedia, en el caso de las mujeres es un discurso del que nos hemos saturado y a veces son mucho más efectivas las lecciones de feminismo popular que transmite una película como ‘Barbie’.

En este sentido, vuestra forma de comunicar está casi más cerca de las nuevas generaciones que de la vuestra…

(Mariola) Hay 'podcasters' jóvenes que nos han llamado para colaborar con ellas, que nos tienen en cuenta, que nos han incorporado a su discurso… Notamos, gracias a las redes, que somos referente para chicas jóvenes y esto nos sigue sorprendiendo mucho…

(María) Las redes sociales están funcionando como una catedral para nosotras. Los ‘tecnobros’ las han creado, sí, pero nosotras somos las que las estamos empleando para comunicar, pero no desde una perspectiva vertical sino horizontal: así cabemos todas.

Mariola Cubells y María Guerra

¿En el lenguaje audiovisual más clásico sigue habiendo edadismo?

(María) Hay casos tremendos. Por ejemplo, hace unos meses se estrenó la película española ‘Un funeral de locos’ y en ella, Belén Rueda, que tiene 60 años, hace de madre de Ernesto Alterio, que tiene ¡55 años! Estas cosas me aterran, me pasma que nadie en toda la cadena de producción haya parado este disparate. Me parece que lo más efectivo para combatir el edadismo es decir tengo 60 pero como quien dice tengo 30, o sea, es solo un número. Tenemos clarísimo que la edad es solo es una actitud y estamos hartas de ver ejemplos de gente que es vieja con 30 años.

¿Vais incorporando elementos nuevos al show?

(María) Claro, ambas somos periodistas y, por ejemplo, ahora nos tiene fascinadas la vuelta de la iconografía monjil de la mano de Rosalía o de películas como ‘Los domingos’. Creo que es un misticismo superficial. Es la cáscara: si Santa Teresa viera lo que hace Rosalía diría, ¿pero de qué me estás hablando, bonita? Me parece una gran artista, pero creo que su discurso  sobre la fe está hecho desde su privilegio, asumiendo la parte guay, pero nada más. Ni votos de obediencia, ni de austeridad, ni de pobreza, ni de castidad, ni de nada…

Hemos hablado de los 60 mucho pero, ¿y de aquí en adelante?

(Mariola) María y yo somos distintas, porque yo soy vaga y ella no (risas). Pero necesito trabajar porque necesito el dinero así que mis planes pasan por seguir haciendo cosas, seguir en activo.

(María) Pues intentar bien físicamente, respetando el envejecimiento natural del cuerpo, aceptando los años que tenemos y también compartiendo con otras mujeres el deterioro físico con tranquilidad. Aceptar que somos señoras y que tenemos una edad y que tenemos que cuidarnos y no fingir que tenemos 20 años: aprender a vivir con los años que tenemos.