Así resuelve crímenes una lingüista forense: "Con las palabras podemos saber quién está detrás de un acoso"

Así resuelve crímenes una lingüista forense: "Con las palabras podemos saber quién está detrás de un acoso"
Sheila Queralt trabaja como perito judicial analizando palabras y mensajes que pueden ayudar a resolver crímenes. Informativos Telecinco / Carol Gramunt
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Sheila Queralt es lingüista forense y perito judicial. Con una sola palabra puede resolver un crimen, desentrañando un misterio o desmontando una falsa coartada. Pero, ¿cómo es su trabajo? "De hecho, nos llaman los detectives del lenguaje porque hacemos de espías de esos textos", explica Queralt a Informativos Telecinco. Informa en el vídeo Susana Ramos.

Textos o voces que pueden ser la prueba del delito y que sólo una lingüista forense sabe detectar. "Nosotros nos fijamos en las palabras, en cómo ordenan las palabras, qué tipo de vocabulario utiliza y, por ejemplo, en el lenguaje digital hasta qué emoticonos usan", añade Queralt. Importantísimos en casos de violencia de género o acoso escolar.

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"Y sobre todo para determinar si hay una o varias personas detrás del acoso, el acoso escolar muchas veces se produce en grupo", explica la lingüista. Mira con lupa cada vocablo, cada tilde mal puesta.

"Analizamos las palabras qué dice esa persona"

"No analizamos el dibujo de la letra, que son los grafólogos, los calígrafos, sino que lo que analizamos son justamente qué palabras dice esa persona", añade. Después, colabora con cuerpos policiales para hallar a los culpables. "Hay un caso que es el de Dana Leonte, en el que aparecen una serie de WhatsApp desde su dispositivo móvil y se nos pidió que analizáramos si esos whatsapps habían sido escritos por la víctima o por la ex pareja de la víctima", recuerda.

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Porque leyendo, ella es capaz de saber el género, el nivel de estudios e incluso la profesión de quien escribe. Hay pocos especialistas como ella en todo el mundo. "Nos conocemos todos, vamos a decirlo así", bromea.

Y los que hay han resuelto importantes casos, como es el de Unabomber, en el que, "únicamente a través del análisis del manuscrito que dejó el terrorista se pudo ejecutar una orden de detención", concluye.