En "Cuba a cámara lenta", González-Calero propone un recorrido original y ameno por la isla caribeña, alejado de los discursos ensordecedores y de los tópicos.
Buen conocedor del país, en el que pasó cinco años como corresponsal para varios medios, el autor es consciente de que el recorrido debe hacerse a escasa velocidad, dejándose llevar por el ritmo al que late la isla.
El jurado de esta sexta edición del premio, al que se habían presentado más de veinte originales, estaba integrado por los escritores Ángela Vallvey y Alfredo Conde, la directora de Hotusa, Ana Sanjurjo, el decano de la Facultad de Filología de la Universidad de Barcelona, Adolfo Sotelo, y el director general de RBA Libros, Joaquim Palau.
La obra ganadora, a decir del jurado, es "un fresco luminoso sobre el alma y la piel de la isla, una mirada sosegada a un país y sus gentes en un momento crucial de su historia, cuando Cuba se aproxima al final de una época".
Un buzo que pesca a pulmón en el Malecón habanero, un veterano de la Sierra Maestra y su mercadillo ambulante, Barbarita, la 'parqueadora' más popular de La Habana, los poetas contraculturales de Alamar, los espiritistas de Bayamo y las 'drag queens' de Santa Clara son algunos de los personajes que transitan por "Cuba a cámara lenta".
González-Calero (Madrid, 1965) ha confesado hoy que su objetivo era "rendir homenaje a la literatura de viajes y a la crónica narrativa, que son géneros hermanados que cruzan por los mismos senderos".
El libro nació en los años en los que trabajó como corresponsal entre 2003 y 2008, en los que conoció y conversó con numerosos personajes anónimos de la isla, que habitaban pueblos y ciudades fuera de los circuitos turísticos, a través de los cuales refleja la vida cotidiana.
"He tratado de contar esa otra Cuba, alejada del eco de los discursos y de los tópicos que la gente de la isla y de fuera suele tener del país", ha dicho el ganador.
González-Calero aclara que "no se trata de un libro sobre política cubana, sobre Fidel ni sobre la Revolución, sino que es una crónica de estampas", si bien, reconoce, "cuando hablas con la gente es inevitable que surja ese pasado revolucionario, que se vive y se palpa a cualquier hora".
Todos los personajes expresan en sus conversaciones su opinión sobre "lo qué fue la Revolución, sobre la figura de Castro, lo qué es hoy la isla y lo que será en el futuro".
Aunque la cadena hotelera patrocinadora del premio no tiene establecimientos en Cuba, piensa el autor que "el libro podría interesar a los cubanos, y aunque no se distribuyan allí, los libros les llegan" y añade: "también lo podrían leer los gobernantes cubanos, porque he intentado que el libro guarde equilibrio entre posiciones antagónicas que hay en la isla".
El periodista madrileño opina que su libro, al igual que sucede con muchos textos sobre Cuba, "puede parecer ficción, pero todo es realidad. Más que real, todo lo que cuentan los personajes, es surrealista".
Alguna de las historias relatadas por los personajes anónimos tienen relación con España, como la referida al pueblo España Republicana, en la provincia de Matanzas, ubicado alrededor de una antiguo ingenio azucarero.
"Este pueblo se llamaba originariamente España, pero tras la Guerra Civil y con la llegada del exilio republicano, cambió su topónimo", comenta González-Calero.
La obra ganadora se distribuirá de forma gratuita en todas las habitaciones de los 58 hoteles que la cadena Eurostars Hotels tiene en Europa y América, y a partir de enero de 2011, ha anunciado Palau, RBA pondrá a la venta una edición para librerías.
González-Calero ha desarrollado su carrera profesional en varios medios de comunicación españoles y latinoamericanos, entre ellos Diario 16, El Mundo, El País, Expansión, El Universal o The Washington Post y en la actualidad reside en Buenos Aires donde se encarga de la redacción de temas internacionales del diario La Nación.