Esta cita gerundense con lo que se conoce como música negra contaba este año con Paperboy, por otra parte un joven blanco de Boston que se ha ganado los mayores elogios tras sus tres primeros discos, pero que captó la vertiente ecléctica del BMF.
El cantante estadounidense gira actualmente con una banda solvente pero sin demasiadas extralimitaciones, con una guitarra, un bajo, batería y teclados, sus 'True Loves', que condujeron su discurso hacia el rock and roll a medida que el público lo iba pidiendo.
Por supuesto hubo soul y baladas para confirmar que Paperboy ha cambiado ligeramente el tono en su último disco, 'Come and get it' respecto al anterior, pero el público se entregó en las canciones más rockeras y pidió continuación en ese estilo mientras el joven con traje del escenario les pedía un poco de calma: "'Easy' (fácil)", pedía micrófono en mano.
El soul permitió de todos modos que Eli Paperboy Reed luciese su voz, esa que le llevó a fichar por la discográfica EMI para grabar su último trabajo y a triunfar en giras por todo el mundo como la que anoche le llevó a Girona y, hoy, a Zaragoza.