Las primeras declaraciones de la soprano Ainhoa Arteta tras conocerse su delicado estado de salud

  • Ainhoa Arteta sufrió un cólico nefrítico que acabó en sepsis

  • A la soprano le han tenido que amputar algunos dedos tras un paro cardíaco

  • La artista se encuentra recuperándose en Bilbao con bajo estado de ánimo

Ainhoa Arteta está viviendo uno de los momentos más duros de su vida. Tras haber permanecido casi un mes ingresada en un hospital sevillano tras sufrir un cólico nefrítico que acabó en sepsis y que hizo temer por su vida, la soprano ha sufrido un infarto con fatales consecuencias.

Tal y como publica en exclusiva la revista 'Semana', Ainhoa habría sufrido un paro cardíaco a finales de agosto que, a punto de costarle la vida, ha provocado además la amputación de urgencia de varios dedos de sus manos, ya que a consecuencia del tiempo que su corazón estuvo detenido sus extremidades se necrosaron.

Afortunadamente, la cantante lírica se recupera poco a poco en Bilbao de este infarto, aunque su salud continúa siendo muy delicada y su estado anímico es preocupante, ya que a las secuelas del paro cardíaco se une el trauma por haber perdido varios dedos.

Tras salir a la luz la noticia, su portavoz ha emitido un comunicado pidiendo respeto para la artista en estos duros momentos:

"Ante las noticias que en diversos medios de comunicación (prensa, radio, televisión y digitales privados) se están publicando sobre la situación de intimidad sentimental y del estado de salud física de la soprano, doña Ainhoa Arteta Ibarolaburu, vertiendo sobre ellas falsedades, valoraciones y/o imágenes que atentan o pueden atentar contra su dignidad, honor e intimidad como persona y artista, se hace expresa reserva del uso de cuentos derechos le amparan en todos los órdenes jurisdiccionales, hasta el militar si fuese necesario"

El coronavirus dejó secuelas en su organismo

Una impactante noticia sobre la que una Ainhoa Arteta, en su peor momento tras los contratiempos de salud que ha sufrido en los últimos meses, ya que al infarto que acaba de publicar la revista 'Semana' y a la grave infección renal que a punto estuvo de costarle la vida a finales de julio, se unen las secuelas que el Covid dejó en su organismo y que la obligaron a desplazarse en silla de ruedas durante una temporada.

A estos inesperados problemas de salud se unen su separación de su cuarto marido, Matías Urrea - que ejercía de representante y del que era inseparable desde su boda - después de dos años de matrimonio. Tras atravesar varias crisis, parece que la ruptura es definitiva y Ainhoa afronta este durísimo momento más alejada que nunca del militar, con quien la relación no es buena en la actualidad.