La avenida adoptó su nombre en abril de 2009, en sustitución al de General Merry. La polémica estaba servida porque unos decían que Merry era un militar franquista, mientras otros aseguraban que se trataba de su padre, un héroe de la Guerra de Cuba. En esta ocasión hay consenso. La iniciativa está avalada por más de 2300 firmas de vecinos y comerciantes. Y aunque para los menos devotos es un poco desconcertante, para la mayoría es la mejor opción. Con el reconocimiento a una de sus imágenes más veneradas, los sevillanos dan por zanjada la polémica de los nombres.