El compositor y escritor Sabino Méndez ha sido designado portavoz de la Junta Directiva de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Hasta la celebración de las próximas elecciones de la entidad, la función del portavoz será ofrecer a la opinión pública un interlocutor oficial de los autores y editores para tenerla informada de los cambios internos que la Junta Directiva provisional está introduciendo de cara a una renovación y saneamiento de la entidad.
Según sus propias palabras, esos cambios "pasan por cinco pilares fundamentales que son la transparencia, el rigor, la autocrítica, la participación y la pedagogía hacia la sociedad de lo que son el derecho de autor y el precario modo de vida de compositores y músicos".
Esta medida forma parte del conjunto de disposiciones que ha adoptado la entidad para reforzar y profundizar en su renovación. Entre ellas, la convocatoria de elecciones generales para el próximo mes de enero, la creación de una Comisión Electoral para ampliar la base democrática de participación, la constitución de una Comisión de Investigación interna que colabore con la Justicia en sus pesquisas actuales y un mayor control presupuestario.
APUNTES BIOGRÁFICOS
Nacido en Barcelona en 1961, Méndez es autor, tanto de la letra como de la música, de conocidas canciones, significativas de la música popular española, como 'Cadillac Solitario', 'El Rompeolas', 'El Ritmo del Garaje' o 'Rock'n'roll Star'.
Fue fundador, compositor y guitarrista del grupo Loquillo y los Trogloditas durante su época de mayor éxito en la década de los ochenta. Abandonó el grupo a principios de los años 90 para dedicarse a su principal vocación: la escritura. Con ese objetivo, cursó estudios de Filología y en el año 2000 se tituló en Hispánicas por la Universidad de Barcelona.
A partir de 2000 forma parte del equipo de investigación y redacción de los cuatro tomos de 'La vida escrita por las mujeres' (Editorial Lumen), sobre las mujeres pioneras en el oficio de escribir en nuestro país y ha pulicado además cuatro libros más personales.
Simultaneando toda esta tarea literaria con una ya menor dedicación a la música, ocasionalmente se sube a los escenarios con su propia banda de rock para cantar sus temas, de lo cual queda incluso un registro discográfico titulado 'El día que murió Marcello Mastroianni'.