Sharon Stone fue presionada para tener relaciones sexuales con sus compañeros de reparto

  • En su libro de memorias, la actriz narra su sufrimiento durante los años más célebres de su carrera

  • "Un productor me explicó que debía follar con mi coprotagonista para que tuviéramos química en pantalla", confiesa

  • Stone asegura que la engañaron para no utilizar ropa interior en la escena de Instinto Básico, en 1992

En la década de los 80 y 90 pocas estrellas tuvieron el caché de la actriz estadounidense Sharon Stone, que formó parte de grandes éxitos de la época como Desafío total, Instinto básico o Casino. Todo mientras cultivaba una faceta de sex symbol. Su prolífica carrera en Hollywood no ha estado exenta de aspectos muy desagradables que ha ido desgranando en los últimos años, y que vertebran su libro de memorias de inminente publicación en el país norteamericano, The Beauty of Living Twice, al que Vanity Fair ha tenido acceso y del que ha recogido algunas revelaciones impactantes.

Según cuenta la intérprete, durante su época de mayor fama a mediados de los 90 recibió presiones para acostarse con sus compañeros de reparto, y así favorecer su química en pantalla. Las presiones provenían de varios productores cuya identidad Stone no ha revelado, y a los que ya en su momento les planteó una cláusula en su contrato según la cual pudiera darle el visto bueno a los actores con los que trabajaba. "A nadie le importó. Fichaban a quien querían. Para mi desgracia y en detrimento de la película, a veces", explica.

"Un productor me explicó que debía follar con mi coprotagonista para que tuviéramos química en pantalla. Pensé que podían haber contratado simplemente a un coprotagonista con talento, alguien que pudiera recordar sus líneas. También pensé que podían tirárselo ellos y dejarme al margen. Mi trabajo era actuar y lo dije, pero no fue una respuesta bien recibida. Me consideraban difícil", revela. Debido a estas negativas, Stone, nacida hace 63 años en Meadville (Pensilvania), habría sido considerada como una actriz conflictiva en las altas esferas de Hollywood, muy interesadas en manejarla tras el inmenso triunfo que había supuesto Instinto básico en 1992. Una película donde ya había sufrido un trato intolerable a manos de su director, Paul Verhoeven.

Jugar el juego

Stone ya lo ha contado en otras ocasiones: la icónica secuencia de este thriller, en la cual Catherine Trammell se cruza de piernas frente a unos policías conmocionados, fue tan impactante gracias a un engaño que sufrió la actriz. Ella no sabía que la escena contaría con un primer plano de sus partes íntimas, algo en lo que ha profundizado en su libro de memorias. "Vi por primera vez el plano de mi vagina mucho después de que me aseguraran 'no podemos ver nada, solo necesitamos que te quites las bragas porque el blanco refleja la luz'".

"Fui a la cabina de proyección, le di una bofetada a Paul (Verhoeven), me fui y llamé a mi abogado", recuerda, aunque no pudo hacer nada para impedir que el público asistiera a esta escena. "Sí, ha habido muchos puntos de vista sobre el tema, pero como yo soy la poseedora de la vagina en cuestión, déjame que te diga que los otros puntos de vista son mierda. Mucha gente me pregunta por cómo fueron mis días de superestrella. Eran como esto. Juega el juego o vete del campo, chica", añade Stone en su libro.

The Beauty of Living Twice forma parte de los efectos que ha tenido el MeToo sobre la industria de Hollywood, confluyentes en un examen crítico sobre este tipo de dinámicas. La actriz insiste en la importancia de este movimiento, y en lo necesario que ha sido siempre. "Creo en todo lo que está ocurriendo ahora. La ley, no solo los medios, tienen que ponerse a trabajar en esto. En este tiempo, esta generación, el Gobierno tiene que escucharnos. A todas nosotras", asegura.