Final anunciado: Victoria's Secret dice adiós a su desfile anual

  • Buscarán nuevas formas de llegar al público, pero "nada será similar a la magnitud del desfile"

  • El popular show ha dejado de ser rentable y en los últimos años ha sido objeto de críticas

  • El desfile no ha sabido reinventarse y asume un final que se preveía ya desde julio

Fue la modelo Shanina Shaik quien lo dejó caer el pasado mes de julio en una entrevista a Daily Telegraph: “Desafortunadamente, el desfile de Victoria’s Secet no tendrá lugar este año”, dijo. Sus palabras dieron inmediatamente paso a meses de especulación que ahora, definitivamente, han llegado a su fin: Victoria’s Secret, efectivamente, cancela su desfile. Lo ha confirmado el director financiero y vicepresidente ejecutivo de L.Brands (la empresa matriz), Stuart B. Burgdoerfer.

“Fue una parte fundamental para la construcción de la marca, un aspecto muy importante de la misma y un éxito notable para el marketing”, ha dicho, anunciando que ahora se centrarán en nuevas formas de posicionar la marca y comunicarse con el público, aunque se ha apresurado a precisar: “nada con una magnitud similar a la del desfile”.

Los ángeles de Victoria's Secret

El famoso show arrancó en un ya lejano 1995, hace ya 24 años, y pronto se convirtió en un escaparate para modelos como Naomi Campbell, Gisele Bundchen o Miranda Kerr entre muchas otras, deslumbrando en la pasarela año tras año con su lencería, sus colecciones para dormir y las míticas alas con las que pronto fueron reconocidas los ‘ángeles de Victoria’s Secret’.

Las primeras emisiones en televisión comenzaron en 2001 en ABC, –continuando desde 2002 a 2017 en CBS y nuevamente en ABC en 2018–, catapultando el evento, que adquirió notable fama en el mundo de la moda, tal como informa People.

Un desfile que no ha sabido reinventarse

No obstante, en los últimos años, el desfile, más allá de dejar de ser rentable para la firma, ha estado en el foco de la crítica y el movimiento #MeToo, que denunciaba la imagen irreal que ofrecían de la mujer, destacando que las consumidoras no se sienten identificadas con sus modelos. “Estamos ante otro espacio más de cosificación extrema”, denunciaron.

Y finalmente el desfile no ha sabido reinventarse ni adaptarse en pleno siglo XXI. El show llega a su fin.