¿Por qué la Semana Santa cambia de fecha anualmente?

Muchos españoles están deseando que llegue la Semana Santa, algunos por poder disfrutar de las procesiones llenas de nazarenos, costaleros, tronos y crucifijos, otros en cambio por darse una escapada, pero si vas por carretera hay que llevar cuidado con los radares veloláser que ha instalado la DGT en las carreteras y autovías españolas. Aunque la cuaresma ya ha empezado, las celebraciones oficiales no dan comienzo hasta el próximo 2 de abril con el particular Domingo de Ramos y se extenderán hasta el 9 de abril con el Domingo de Resurrección. Pero esta fecha varía cada año.

Anualmente, es común revisar el calendario para saber en qué fecha caerá la Semana Santa, ya que suele ser uno de los puentes más grandes y siempre cambian. Esta variación tiene una explicación histórica que no tiene que ver tanto con la religión o la vida de Jesucristo, sino más bien con el ciclo lunar.

Cómo se calcula la Semana Santa y por qué cada año cambia de fechas

La Semana Santa, una fiesta de tradición cristiana, anualmente conmemora la pasión de Cristo: su entrada a Jerusalén, la Última Cena, su crucifixión y por último su resucitación y subida a los cielos, entre otros pasajes narrados en la Biblia. Pero, no fue hasta el Concilio de Nicea I -celebrado en el año 325-, que se fijaron una serie de normas para celebrar anualmente la Pascua. Generalmente, estas fechas varían entre marzo y abril, pero tras el concilio se fijó que la Pascua o el Domingo de Resurrección debía concluir con el último día de la semana, entre otros asuntos.

Para que esto coincidiese, se optó por calcular la semana dependiendo de la entrada de la primavera y el calendario lunar. Es decir, la semana para ellos comenzaría en función de la primera luna llena después de la primavera. Para calcular por ti mismo cuándo comienza la Semana Santa cada año y marcar en el calendario las fechas más señaladas de esta festividad, ten en cuenta que el Domingo de Pascua o Resurrección tiene lugar el primer domingo tras la primera luna llena después del equinoccio de marzo, es decir, el comienzo de la primavera, y se debe calcular empleando la luna llena astronómica. Esta lógica delimita el periodo en que puede suceder al intervalo comprendido entre el 22 de marzo y el 25 de abril. A partir de esta fecha, puedes situar el resto de ellas, que se suceden en adelante.

El motivo se encuentra en que, según el judaísmo, la Pascua o Pésaj (su nombre en hebreo), que celebra la libertad del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto, se celebra cada año el día 15 del mes hebreo de Nisán, que comienza con la primera luna llena de primavera. En general, las celebraciones religiosas judías se determinan por las fases de la luna.

Por su parte, si cada luna llena sucede cada 29,5 días, las variaciones del calendario lunar hacen que los cálculos de las lunas llenas primaverales cambien todos los años y, por ende, también la fecha de Pascua.