¿Por qué algunos coches llevan tapones verdes en las ruedas?

La elección de utilizar tapones verdes en las ruedas de los vehículos es algo más que una simple cuestión de estética; señala una preferencia técnica importante en el mantenimiento de los neumáticos: el inflado con nitrógeno en lugar de aire. Esta práctica, aunque no es algo que esté universalmente adoptado, ofrece ciertas ventajas a tener en cuenta derivadas de las propiedades únicas del nitrógeno que justifican su creciente popularidad entre conductores conscientes de la importancia del mantenimiento adecuado de sus vehículos.

Ventajas del uso de nitrógeno en las ruedas

El inflado de neumáticos con nitrógeno proporciona una serie de beneficios sobre el aire normal y corriente, derivados principalmente de la estabilidad química y la estructura molecular del nitrógeno. Este gas es menos reactivo que el oxígeno, lo que reduce la oxidación interna de los componentes del neumático, un factor que puede llegar a extender la vida útil de la goma.

Además, las moléculas de nitrógeno son más grandes que las del aire, por lo que también se disminuye la tasa a la que los neumáticos pierden presión a través de la permeación, manteniendo una presión más constante a lo largo del tiempo independientemente de la temperatura ambiente. Todos estos factores no solo mejoran la eficiencia del combustible, sino que también contribuyen a un desgaste más uniforme del neumático, mejora la seguridad y también la estabilidad del vehículo en movimiento.

Desventajas de usar nitrógeno en las ruedas

A pesar de las ventajas, el uso de nitrógeno en neumáticos no está exento de inconvenientes. La necesidad de acudir a talleres especializados para su inflado o relleno puede suponer una molestia a tener en cuenta para algunos conductores, especialmente si tenemos en consideración la relativa escasez de estos servicios en comparación con las estaciones de aire tradicionales.

Además, el coste asociado al inflado de los neumáticos con nitrógeno, que se sitúa en torno a los 3 a 5 euros por inflado, resulta significativamente mayor al del aire, lo que podría desincentivar a algunos usuarios a pesar de los beneficios a largo plazo de rellenar las ruedas con este elemento.

Implicaciones para la conducción y el mantenimiento del coche

Más allá de las consideraciones técnicas y económicas, la elección entre nitrógeno y aire regular tiene implicaciones prácticas para los conductores. Independientemente del gas elegido, es esencial mantener una presión adecuada en los neumáticos, ya que esto influye directamente en la seguridad, el rendimiento y la economía de combustible del vehículo. Los expertos recomiendan revisar la presión de los neumáticos al menos una vez al mes, y preferiblemente cada dos semanas, para asegurarse de su correcto inflado y de la adaptación a las recomendaciones del fabricante.

En resumen, los tapones verdes en las ruedas van mucho más allá de ser un simple adorno visual. Se trata de un indicativo de que un vehículo utiliza nitrógeno para el inflado de sus neumáticos, reflejando una elección consciente por parte del conductor para aprovechar las ventajas de este gas. Aunque el nitrógeno ofrece beneficios claros en términos de estabilidad de la presión y conservación del neumático, los conductores deben sopesar estos beneficios frente a las desventajas prácticas y costes asociados.

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