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¿Por qué decimos “me importa un comino”? La historia de una especia con poco valor

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El origen de la expresión 'me importa un comino'. Pexels
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MadridEn español hay una gran cantidad de expresiones que pueden emplearse a la hora de dejar claro al interlocutor que algo no nos interesa o preocupa en absoluto. Puede importarnos un bledo, un pepino, un rábano y hasta un pimiento, aunque lo más frecuente es que no nos importe un comino. 

Hay cierta tendencia a emplear alimentos típicos de la agricultura para crear este tipo de expresiones, que suenan bastante rotundas cuando se dicen, aunque no tanto como cuando se entra en el terreno de lo soez, con ‘me importa un pito’ (aunque esta es una connotación actual, en origen hacía referencia a quien tocaba el instrumento llamado pito en el ejército y cuya paga era muy baja), o de la escatología, al decir ‘me importa una mierda’. 

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El lenguaje es muy curioso, evoluciona a lo largo del tiempo y eso hace que el origen de expresiones como esta no siempre quede claro. De hecho, hay distintas opiniones sobre el motivo por el que el comino pasó a emplearse como el elemento que menos nos importa. 

‘Me importa un comino’, por qué se utiliza esta expresión

Esta es una expresión que se lleva utilizando mucho, mucho tiempo, de hecho gran parte de las personas piensan que se extendió a causa de los franceses, que vivieron una especie de invasión de esta especia. El comino crecía por cualquier rincón, lo que lo convertía en una especia muy común, reduciendo su valor a prácticamente nada, pues cualquiera podía conseguirlo solo con salir a la calle, no era necesario comprarlo. La planta se extendió por la Francia del siglo XIX como si fuera una plaga.

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Al parecer este no sería su origen, porque antes de que esto sucediera, la expresión ya existía. Se suele pensar que se empleaba esta expresión tanto por su valor económico, que no era demasiado porque era muy frecuente, como por el diminuto tamaño de sus semillas. 

‘Me importa un comino’ se emplearía haciendo referencia a que un comino es tan pequeño que carece de importancia. Esto no siempre está relacionado, solo hay que prestar atención al azafrán y sus elevados precios a pesar de tratarse de una especia pequeña aunque, en su caso, delicada. 

A pesar de su insignificancia en el tamaño y valor económico, el comino es bastante apreciado en la cocina. Se emplea entero o en polvo y es seleccionado por su sabor, pero también por las propiedades y beneficios que tiene para la salud. Por ejemplo, es antioxidante y contiene muchos minerales, como el hierro y el calcio, además, ayuda a que las digestiones sean más ligeras y cuida el corazón, entre otras cosas. 

El comino puede incorporarse en nuestras preparaciones, es excepcional en los guisos y también queda de lujo con carnes y pescados, aunque puede tomarse también en forma de infusión. Se puede incorporar a las legumbres, porque ayuda a reducir los gases y la hinchazón abdominal, además, no hay hummus que no tenga un toque de comino, proporcionando el característico sabor de este plato.