Si todo esto se llega a poner en marcha, dicha reparación sería la mayor de toda la historia del Big Ben. Tan solo había dejado de funcionar en 1976, cuando estuvo parado de forma intermitente durante 9 meses.
Reparar una construcción de estas magnitudes no es barato. Se calcula que todo el proceso tendría un coste de 29 millones de libras. Sin embargo, el coste podría incrementarse si se hacen los arreglos oportunos para que el reloj no vuelva a fallar, según apuntan desde ‘The Guardian’. Aunque los gastos podrían no quedar ahí, ya que se multiplicarían si se producen problemas inesperados durante la reparación, con lo que en total el arreglo podría alcanzar los 40 millones de libras.
A pesar de la necesidad de realizar las reparaciones, el debate está en si el Estado puede hacer frente a otro gasto más, debido a que ya se está haciendo frente a la restauración del Palacio de Westminster. Todo parece apuntar a que las obras se realizarán, ya que el Primer Ministro, David Cameron, ha afirmado que el estado del reloj es tan malo que tiene que los cambios deben hacerse de forma inmediata.