Descubren los primeros restos de una momia egipcia embarazada

  • La mujer tenía 20 años y estaba embarazada de 28 semanas cuando falleció

  • Los restos, hallados en la ciudad de Tebas, datan de hace más de 2.000 años

  • El cuerpo estaba envuelto en telas de alta calidad y con un rico conjunto de amuletos

Los primeros restos de una mujer embarazada momificada egipcia antigua se han descubierto en la localidad de Tebas, conocida por los antiguos egipcios como Uaset y ubicada a lo largo del Nilo, a unos 800 kilómetros al sur del Mediterráneo.

Expertos de la Academia de Ciencias de Polonia, que trabajaban como parte del proyecto de momias de Varsovia destinado a escanear todas las momias en los museos, trabajaron para descubrir más sobre la mujer, que se cree que tenía unos 20 años y 28 semanas de embarazo cuando murió.

Mediante una combinación de tomografías computarizadas y rayos X, el equipo descubrió los restos del feto dentro de la mujer. El cuerpo de la joven, que falleció hace más de 2.000 años, había sido cuidadosamente envuelto en telas de alta calidad y dejado con un rico conjunto de amuletos para llevarla al más allá, según los autores que escriben en el 'Journal of Archaeological Science'.

El equipo no puede decir exactamente por qué el feto se dejó dentro de la mujer y no se momificó por separado. El autor principal del estudio, el doctor Wojciech Ejsmond, señaló que éste era el "primer descubrimiento de un cuerpo embalsamado de una embarazada", y agregó que "no hay otro cuerpo antiguo de una mujer embarazada tan bien conservado".

Los amuletos con los que fue enterrada representan a los cuatro hijos de Horus, que según el equipo sugieren que ella era alguien muy importante en Tebas. Se dice que la momia se encontró en tumbas reales. Se remonta al siglo I a.C., época en la que Cleopatra era reina y la ciudad de Tebas era un hervidero de actividad.

"Para los egiptólogos, este es un descubrimiento fascinante porque sabemos poco sobre la salud perinatal y la infancia en el antiguo Egipto", señaló Ejsmond, añadiendo que "los médicos pueden estudiar, por ejemplo, el contenido intestinal del feto para recopilar información sobre el desarrollo del sistema inmunológico en la antigüedad".

El feto se localizó en la parte inferior de la pelvis menor y fue momificado junto con su madre.