Si quieres que tu lavavajillas dure, conoce el mito que desmienten las marcas

  • No hay que enjuagar los platos antes de meterlos al lavavajillas

  • “Para eliminar los restos sólidos, es mejor usar una esponja o servilletas usadas”

Muchas personas pueden caer en la costumbre de enjuagar los platos después de comer y meterlos al lavavajillas. Un simple acto que puede parecer beneficioso, ya que muchos podemos pensar que los platos saldrán radiantes. Sin embargo, la Organización de Consumidores, OCU, desmiente este mito y deja claro que los platos deben ir sucios y sin enjuagar al práctico electrodoméstico, según recoge ABC.

“Para poder limpiar, los detergentes necesitan suciedad. Si los platos ya están casi limpios, las enzimas del jabón rendirán menos, sin contar con que ese prelavado supone un gasto de agua innecesario”, comentan desde el organismo. “Si quieres eliminar los restos sólidos de comida, es mejor usar una esponja húmeda o servilletas de papel usadas”, añaden como consejo.

Los fabricantes de lavavajillas se sitúan en la misma línea. “Esta costumbre supone no solo un esfuerzo para el usuario, sino también un gasto extra de agua y energía”, asegura la firma Miele, que además afirma que el 94% de los hogares españoles enjuaga los platos antes de meterlos al electrodoméstico.

Nuevas tecnologías

“Eliminar este paso previo también tiene una repercusión ecológica. Permite un ahorro de agua de más de 40.000 litros durante los 20 años de vida útil para los que están testados los lavavajillas”, añade la empresa.

Finish, otra firma de electrodomésticos, asegura que los platos no acabarán más limpios por enjuagarlos. “Los lavavajillas funcionan con altas temperaturas para asegurarse de que los platos estarán limpios al final del ciclo de lavado”, comentan.

“Las nuevas tecnologías hacen que los lavavajillas resulten ser mucho más eficientes. Algunos tienen sensores que detectan cuánto necesitan lavar los platos y, si los enjuagas antes, estás haciendo que el sensor pueda fallar y crea que el plato ya está relativamente limpio”, concluyen. Un mito desmentido por las empresas que el cliente debe tomar en serio.