Esto puede ser porque la llamada es inesperada, nos produce ansiedad o porque simplemente queremos colgar y hacer otra cosa, como informa BBC Mundo.
También hay que recordar que en las conversaciones cara a cara hacemos muchos movimientos con las manos y el cuerpo, además de gestos. Estar privado de ese elemento visual puede ser frustrante y puede generar actividad no relacionada al momento específico.
Por otra parte, el hacer garabatos puede ayudar a la concentración. Y hay personas que encuentran que abre canales creativos y ayudan a desarrollar las ideas mientras se habla por teléfono.