Fue el 7 de mayo cuando a Gertije, un rinoceronte bebé, le arrebataron lo que más quería. Un grupo de cazadores se adentró en la reserva privada Kapama en Sudáfrica donde cazaron y mutilaron a su madre para vender su cuerno en el mercado negro. Gertije fue encontrado por los guardas llorando desconsoladamente y sin querer separarse de su progenitora.
Gertije fue trasladado a un centro para especies en peligro, Hoedspruit Endangered Species Centre, donde no ha dejado de llorar y no quiere dormir solo. Busca desesperadamente el cariño de sus cuidadores.
Pick N Pay, la empresa que se encarga de cuidar al bebé pide donaciones de leche y alimento para el pequeño Gertije ya que tendrán que alimentarlo los siguientes 18 meses.