Swami Sivananda es un monje indio que viajaba de Calcuta a Londres y que, debido a su edad, causó sensación al llegar al aeropuerto internacional de Abu Dhabi, donde su vuelo hizo escala. Cuando los agentes de inmigración revisaron su pasaporte, se percataron que su edad es de 123 años.
De acuerdo al documento, Sivananda habría nacido en Behala (India) en 1896, cuando en esa nación todavía no había electricidad ni vehículos. Antes de cumplir los 6 años perdió a sus papás y sus familiares lo entregaron a un gurú espiritual, con quien viajó por todo el país para después establecerse en Varanasi.
Aunque es complicado saber si realmente tiene 123 años (el registro más antiguo de su edad proviene del archivo del templo), lo cierto es que luce más joven de lo que parece. Cuando se difundió su edad en 2016, Sivananda reveló algunos de los secretos que lo ayudaron a alcanzar esa longevidad: el celibato, la disciplina y el yoga.
"He mantenido una vida simple y disciplinada. Como cosas muy sencillas. Sólo comida hervida, sin aceite ni especias, arroz y guiso de lentejas con un par de chiles verdes. Evito tomar leche o frutas porque creo que son alimentos extravagantes. En mi infancia dormí muchos días con el estómago vacío. No practico el sexo y hago yoga a diario", explicó. Sivananda, quien mide metro y medio de estatura, duerme en el suelo sobre una alfombra, usa una losa de madera a modo de almohada y afirma que no quiere aprender a usar la tecnología.
Desde hace tres años se busca que el Libro de los Records Guiness confirme a Sivananda como la persona más longeva del mundo, pero la falta de pruebas lo ha impedido. La persona certificada como la más longeva de la historia fue la francesa Jeanne Louise Calment, que alcanzó los 122 años y 164 días de edad. Actualmente, la persona viva más vieja reconocida por el Guiness es la japonesa Kane Tanaka, de 116 años.