Las redes sociales se inundan de fotografía de antes y después. Pero una instantánea se ha convertido en viral por lo diferente de la trasformación.
Jolene Jones, de 26 años de Montana (Estados Unidos) cambió radicalmente su vida: pasó de medir meticulosamente la comida y dedicar gran parte de su tiempo al gimnasio a ser una “amante del cuerpo”.
La estadounidense decidió dejar a atrás el mundo del culturismo cuando su entrenador le dijo que necesitaba perder otros 13 kilos. “Pasé de estar controlando mi rutina y el peso para disfrutar de una vida social”, explica la joven como recoge Independent.
Desde entonces, su vida cambió sustancialmente y se dio cuenta de que tiene tiempo y espacio en su vida para otras pasiones como ir de excursión o salir con amigos. Antes, pasaba una media de dos horas en el gimnasio y llegó a obsesionarse por lo que comía: “Sin alcohol, sin carne, sin trigo, sin azúcar y sin productos lácteos”.
Jones asegura que, aunque mucha gente pudiera envidiar su anterior aspecto, no cambia su actual figura por nada del mundo.