La imagen que aparece en los contactos es una cara sonriente, irreal y extraña que ahora se sabe que pertenece a una escultura expuesta en el museo de Ginza, en TokioJapón, en 2016. Este museo da a conocer piezas de arte alternativo y de terror.
Una vez guardado el número, al parecer con un prefijo japonés, e iniciar la llamada, ‘Momo’ contesta en el idioma de la persona que le interpela. Además, sus respuestas suelen ser cortas y perturbadoras porque da la impresión de conocer muchos datos del dueño del móvil.
Numerosos youtubers han interactuado con ‘Momo’ y han mostrado su experiencia en las redes sociales por lo que el fenómeno se ha hecho viral.
Sin embargo, las autoridades de varios países advierten de que detrás podría estar un hacker experto en obtener información personal a partir de los contactos y de lo que compartimos en redes sociales.
En España, la Guardia Civil ha alertado en Twitter de los peligros de ‘Momo’ advirtiendo de que puede tratarse de una broma pero también de un ataque de ciberdelincuentes.