La joven sufre narcolepsia con cataplexia, “un trastorno del sueño caracterizado por somnolencia diurna excesiva, acompañada de ataques de sueño incontrolables y cataplexia (pérdida de tono muscular, a menudo desencadenada por emociones agradables)”, según informa el portal orpha.net.
Fue diagnosticada por primera vez de esta condición neurológica cuando era adolescente tras experimentar periodos de sueño en medio de las lecciones escolares. Desde entonces, Jessica es consciente de que las emociones fuertes como la risa o los orgasmos la hacen quedarse dormida hasta que termina.
La joven revela, según publica Daily Mail, que ahora que conoce su cuerpo se agarra a algo para mantenerse despierta y evitar que sus músculos se debiliten.