La playa italiana de color rosa que está prohibido pisar por el vandalismo turista
Un cineasta la dio a conocer en la película Desierto rojo en 1964
Está prohibido acceder a las isla
Pese a que la industria cinematográfica suele dejar buenos ingresos en las ubicaciones seleccionas para los rodajes, tiene una parte negativa sobre el medio ambiente. Uno de los casos más conocidos es el de la playa de Maya Bay (Tailandia), masificada después del estreno de la cinta La Playa (2000), protagonizada por Leonardo DiCaprio. Otro similar es el de Spiaggia Rosa, el bello arenal rosa de la isla italiana de Budelli, que el director Michelangelo Antonioni mostró en el filme Desierto Rojo (1964).
De esta manera, el cineasta llevó a la gran pantalla el paisaje idílico de este paraíso del Mediterráneo, cuyo gran tesoro es su arena rosa. Esta tonalidad es el resultado de una reacción química entre los restos de unos microorganismos, arrastrados por el mar, con la arena.
Sin embargo, su bello color también fue su perdición debido al efecto llamada de turistas irrespetuosos. Lejos de conformarse con una mera fotografía, muchas de las personas que acudían a esta localización se llevaban la icónica arena. El resultado evidente fue la rápida y desastrosa desaparición de la misma, aunque no lo hizo del todo.
Naturaleza por encima del dinero
La respuesta por parte del Gobierno fue declararla reserva natural en la década de los 70 para vetar cualquier tipo de construcción. Desde 1998, tras una disposición del comité de gestión del Parque Nacional del Archipiélago de la Maddalena, está prohibido caminar, bañarse e incluso el anclaje de embarcaciones en la playa, para recuperar el espacio natural.
Otro de los problemas de este enclave es que es privado, desde su reparto y venta en el siglo XIX. Una de las últimos propietarias fue una empresa inmobiliaria de Milán que cayó en quiebra. Poco después salió a subasta de nuevo y, en 2013, apareció la figura del magnate neozelandés Michael Harte, quien ofreció más de dos millones de euros y un proyecto alejado de la conservación.
Tres años más tarde, en 2016, el Estado recuperó Budelli tras un fallo judicial, aunque no está claro si en un futuro el Tribunal de Tempio (Cerdeña) volverá a subastar esta insula con una rosada playa de ensueño. Eso sí, nadie puede acceder a la misma sin la compañía de un técnico del Ministerio de Medioambiente italiano.