Un hombre terminó prendiendo fuego a su casa en Nueva Zelanda mientras intentaba cocinar un bistec en una tostadora. El individuo decidió dejar la carne en el electrodoméstico encendido mientras bajaba a la tienda para comprar unas patatas fritas con las que acompañar la comida.
Como era de esperar, cuando regresó a su casa descubrió que estaba envuelta en llamas, y el incendio dañó gravemente la propiedad que compartía con su pareja. Según los informes, desde entonces el tipo ha exigido más dinero a su compañía de seguros para pagar el costo de las reparaciones.
Al parecer, recibió algo más de 246,640 euros por los daños, que es el máximo disponible para él bajo su póliza. Sin embargo, insatisfecho con esto, se puso en contacto con el Defensor del Pueblo de Seguros y Servicios Financieros (IFSO), alegando que la aseguradora debería pagar otros 117,980 euros.
Desafortunadamente para él, resultó que los términos de su póliza habían cambiado, lo que significaba que ya no cubría el reemplazo, sino solo la suma total asegurada. Después de rechazarlo, la aseguradora dijo que había hecho todo lo posible dadas las circunstancias.
En declaraciones a Stuff.co.nz, Karen Stevens, de IFSO, dijo que es vital que las personas comprendan completamente los términos de su contrato de seguro. "No puedo enfatizar lo suficiente la necesidad de leer cada carta de renovación con cuidado. La mayoría de las aseguradoras ahora ofrecen un seguro de suma total, lo que significa que su casa está asegurada por un precio fijo. Si no hace sus deberes y asegura su casa por una suma asegurada demasiado baja, es posible que no pueda reconstruir su casa", explicó. "La suma asegurada debería ser lo que costaría reconstruir, no lo que vale en el mercado", añadió.