Un despiste mayúsculo casi acaba en tragedia en Ohio (Estados Unidos) el pasado sábado. Un policía rompió la ventanilla de un coche, estacionado en un aparcamiento de un supermercado, para salvar a dos menores de sufrir un golpe de calor. La temperatura de aquel día era de 33 grados centígrados.
Tal y como explicaron desde el Departamento de Policía de Perkins, los padres salieron de vehículo y las puertas se cerraron automáticamente al dejarse las llaves dentro. No obstante llamaron a emergencias y un agente les salvó. "Les realizaron un chequeo y estaban en buen estado de salud", explicaron en redes sociales.