Fin del partido, pero no acaba el espectáculo en el campo de fútbol serbio.Los ánimos se caldean y comienzan los empujones y bofetadas entre los jugadores de la selección inglesa sub 21 y la serbia.El protagonista, el defensa Danny Rose, que afirma haber recibido insultos racistas de la afición serbia a lo largo del todo el partido y dos pedradas en un saque de banda. Algunos seguridores imitaron incluso los sonidos de un chimpance. Tras el gol de su compañero de equipo, Danny Rose se encará contra los jugadores serbios y es expulsado del campo. La federación Inglesa de fútbol ha interpuesto una queja formal para que se tenga en cuenta lo ocurrido y se sancione a la federación serbia de fútbol. No es el primer problema de violencia y racismo que vive el fútbol serbio. En 2012,los hinchas se amotinaron en un partido contra el Génova y se vieron obligados a jugar la Eurocopa a puerta cerrada. El asunto ahora está en manos de la UEFA.